BIOÉTICA Y MALOS TRATOS A LOS MAYORES

Hablar de fundamentos éticos para las personas mayores es tocar un punto bastante arduo y serio. Sin embargo se han de abordar los problemas reales de estas personas desde un punto de vista lo más ético y humano posible.
Si partimos de la base de que actualmente contamos con un número bastante elevado de personas mayores que precisan una serie de ayudas físicas y psíquicas que, a su vez, implican a toda una serie de personas e instituciones, debemos plantearnos la necesidad de elaborar unos mínimos contenidos éticos que regulen y orienten, de alguna manera, nuestro actuar para con este colectivo poblacional.
Desde que la Bioética comenzó a caminar a comienzos de la década de los setenta del siglo XX se han articulado una serie de principios éticos: “Hacer el bien al anciano, trato digno y respetuoso y promover su bien”.”No hacer daño a la persona mayor y evitarle todo mal posible como, no abusar, abandonar o maltratar”. “Respetar la libertad y capacidad de decisión del anciano como agente moral”. “Consideración y respeto para todos, sin ningún tipo de discriminación o marginación”.

Dentro de esta dignidad está el sentido existencial. .A la persona mayor le mata el desamor, le quita la vida el no sentirse valorado y escuchado como ser humano, que nadie cuente para nada con él. Por ello las personas mayores precisan más que nada: sentirse queridos y amados por sí mismos, Que se les conozca de una manera profunda sus sentimientos, deseos, pensamientos,...;

Frente a esta concepción social e ideológica de que las persona mayores son un estorbo, y desde una ética civil, plural y dialogante, reivindicamos que toda persona mayor es absolutamente valiosa y un fin en sí misma. Todas las personas, independientemente de la circunstancia vital que tengan, son únicas, insustituibles, tienen dignidad.
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