domingo, 23 de febrero de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (167)

UNA UNIVERSIDAD CON MAS SIGNIFICADOS EN EL MARCO MULTIDIMENSIONAL DEL ENVEJECIMIENTO (3 de 3)

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

     1º.- Resaltar la importancia de las diferencias individuales, la heterogeneidad, debido a la influencia del contexto. No hay un único patrón de déficit intelectual relacionado con la edad, ni común a todos los individuos.. 

     2º.-  Destacar la necesidad de un  ambiente educativo en donde  las personas mayores desarrollen el papel de educando, con oportunidad de aprender, y de educador, como  recurso para la educación y formación  de jóvenes, adultos, y personas mayores.

     3º.-  La educación destinada a  las mismas exige diversificar su curriculum, tanto en objetivos como en contenido, teniendo en cuenta la experiencia y conocimientos que ya posee, dando así continuidad  al desarrollo de sus potenciales, adaptados a los avances científicos, tecnológicos y  aceleración del cambio.


     4º.-  La pedagogía dirigida a las personas mayores debe ser activa, participativa, organizada en torno a experiencias personales, gratificantes y constructivas. Personas mayores como colectivo que no debe agotar su formación y participación de manera endógena sino proyectarse socialmente

     5º.- La metodología no es la más adecuada. No fomenta la participación activa en grupos de trabajo, girando todo en torno al profesor. Demasiado individualizada en el docente 

     6º.- Es un error considerar que los intereses de las personas mayores han de estar segregados del resto de los grupos sociales. En lugar de ofrecer un programa de conferencias relativamente desligadas entre si y pensadas solo para mayores, se debería ofrecer contenidos vinculados a aspectos concretos de la vida, conocimiento específicos para poder desarrollar las personas mayores, acciones propias, recibiendo una formación especifica adecuada para poder desarrollar con eficacia, acciones útiles, que se traducirían en una productividad económica y social. 


     7º.-  Un objetivo fundamental dentro de la programación de actividades universitarias para personas mayores debe ser la investigación a través de grupos de trabajo, estimulando al profesorado para que la impulsen. 

     8º.- Se pone de manifiesto en los mayores, la falta de estimulo, sin sentido de responsabilidad y obligatoriedad en el Aula. De ahí la necesidad de un control de los procesos educativos de las personas mayores, con una evaluación del rendimiento del alumnado mayor y del funcionamiento del  Aula, para determinar los cambios derivados de su participación. 


     9º.- Se debe  tener en cuenta el aspecto intergeneracional de los estudios universitarios para mayores, fomentando las relaciones a través de acciones conjuntas de actividades, que favorezcan la oportunidad de compartir conocimientos y experiencias, a través de grupos de trabajo y profundizar en los problemas específicos de ambos biosegmento

domingo, 16 de febrero de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (166)

UNA UNIVERSIDAD CON MAS SIGNIFICADOS EN EL MARCO MULTIDIMENSIONAL DEL ENVEJECIMIENTO (2 de 3)

    La Universidad del futuro tiene que cambiar, dejando de estar monopolizada por los jóvenes como  instrumento formativo para una profesión.  No debemos olvidar que un profesional del siglo XXI no acabara su relación con la Universidad  cuando termine sus estudios de grado. Tendrá que pasar varias veces por ella, a lo largo de su vida activa, por lo que hay que adaptar la Universidad al reto de la formación continua, abriendo las Facultades   y Escuelas Universitarias y Superiores a estudiantes de todas las edades para completar su formación o reciclar sus conocimientos. El formato necesario para adquirir esos conocimientos serán las nuevas tecnologías, cuya participación resulta imprescindible en cualquier  hipótesis sobre el porvenir, disminuyendo progresivamente la presencia física en los centros

    La Enseñanza: Diversidad del “Curriculum”  Las personas mayores debido a diferencias individuales, motivadas  por el contexto, historia, conocimientos, profesión, nivel de educación etc   no  tienen un único patrón de déficit intelectual.  Ello exige una diversidad del “currículum”, que permita a la Universidad atender la demanda de las personas mayores, a medio o largo plazo.  Consecuentemente, se impone la apertura de la Universidad con una doble finalidad:  para dar contestación a la diversidad de demanda de la gente mayor, con un amplio abanico de posibilidades: y atender a programas dirigidos a personas mayores en activo que como profesionales, necesitan completar su formación y reciclar sus conocimientos para mantenerse en el mundo laboral.



    El modelo de Universidad que se está tratando de construir implica flexibilidad en el diseño de sus contenidos, con DIVERSIFICACIÓN CURRÍCULAR. En esta línea surge la necesidad de profundizar en la configuración de los referidos programas, para corregir y mejorar la labor docente que la Universidad esta llevando a cabo.   Apertura de la Universidad con la finalidad de atender a programas dirigidos,  a personas mayores que: faciliten la herencia cultural de la humanidad; favorezcan la  resocialización o adaptación al cambio; desarrollen actividades conjuntas para facilitar los contactos e intercambios entre estudiantes universitarios jóvenes y personas mayores;  potencien la metodología universitaria para asimilarla lo más posible a los cursos reglados;  ofrezcan opciones formativas dirigidas a las personas mayores que tuviesen estudios previos, que permita su acceso directo a la formación superior universitaria y estén interesados en conseguir un título superior u oficial; den oportunidad para que el alumno, una vez terminado el ciclo en las AULAS UNIVERSITARIAS DE MAYORES, tenga la posibilidad de asistir a cursos monográficos, con vistas a su formación y mentalización para su participación en actividades de voluntariado, obteniendo así una rentabilidad social. Y que estos programas sean de utilidad a las personas mayores, profesionales, para completar su formación y reciclar sus conocimientos,  ayudándoles a mantenerse en el mundo laboral.



    Participación: Monitores del Envejecimiento Activo. Taller de opinión e intercambio El envejecimiento activo no solo es una propuesta institucional y normativa sino que debe ser una nueva cultura reformulada con el esfuerzo de todos los actores implicados. Hay que trabajar "desde" y "con" las personas mayores.  En este sentido se pone de relieve el papel que pueden desempeñar las AULAS UNIVERSITARIAS DE MAYORES   en la difusión  de la nueva imagen del envejecimiento en el siglo XXI, haciendo llegar los principios del envejecimiento activo  tanto a la juventud como a las personas mayores. Debe plantearse en el alumnado  de estas aulas, la tarea de FORMACIÓN DE MONITORES DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO,  participando  como voluntarios en acciones de mentalización, tanto en hogares de jubilados y centros de día, como en institutos, universidades, programas de radio, televisión, blog en Internet, periódicos, revistas etc. Pero para ello sería necesario incluir en la programación de los contenidos docentes de  las referidas Aulas, un modulo de ”PREPARACIÓN PARA EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO  Y SU PROYECCIÓN SOCIAL” en donde el alumnado  pueda conocer el perfil de las personas mayores del presente y del  futuro, las consecuencias sociales de envejecer  y el camino hacia  el envejecimiento activo; y un TALLER DE OPINIÓN, INTERCAMBIO como marco  para expresar sus ideas, sus valores, sus opiniones, sus actitudes, sus percepciones, sentimientos, maneras de pensar y se preparen  para proyectarse en la sociedad, como  monitores del envejecimiento activo.




    Investigación: Herramientas para el diseño, desarrollo y gestión de proyectos I+D+I Se impone la necesidad de  promocionar y desarrollar equipos o grupos de investigación entre el alumnado de las AULAS UNIVERSITARIAS DE MAYORES Fomentar los trabajos de investigación que beneficien a los alumnos, a la propia Universidad y a la sociedad Un modelo de atención educativa que abarque no solo la enseñanza y el servicio a la colectividad  sino    también  proyectos de investigación relacionados con el proceso  del envejecimiento  en sus aspectos geriátricos,  biológicos, sociológicos, psiquiátricos, psicológicos etc.  Un salto cualitativo en la concepción del papel del mayor en la Universidad como  agente activo y protagonista de su desarrollo social, científico y cultural, participando como “sujeto investigador”. Para ello se dotará  de  HERRAMIENTAS PARA EL DISEÑO, DESARROLLO Y GESTIÓN DE PROYECTOS  I+D+I. que estimulen la producción científica en el área del envejecimiento, con trabajos y tesis doctorales que contribuyan en mejorar la calidad de vida de las personas mayores, con la participación de alumnos y  sus asociaciones, así como del profesorado universitario. En los PROGRAMAS UNIVERSITARIOS PARA MAYORES   el alumno se capacitará  en el uso de los MODELOS Y MÉTODOS UTILIZADOS EN EL ANÁLISIS CUANTITATIVO Y CUALITATIVO DE PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA para la  búsqueda de información y manejo de bases de datos, pautas para la elaboración y difusión de un trabajo de investigación, entre otros aspectos.

(continuará)

domingo, 9 de febrero de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (165)

UNA UNIVERSIDAD CON MÁS SIGNIFICADOS EN EL MARCO MULTIDIMENSIONAL DEL ENVEJECIMIENTO ( 1 DE 3)


         Los viejos son cada vez más jóvenes, viven cada vez más años, son más sanos, más cultos, más conscientes... y también más exigentes. En las próximas décadas,   los  adultos  de más de 50 años y los mayores de 65 tendrán un perfil distinto al actual tanto en niveles educativos, como profesionales, económicos y de estatus social, con nuevas  mentalidades, con otros enfoques, formas de pensar y de estar en la sociedad. Buscaran fórmulas  más atractivas,  adaptadas a  sus peculiares situaciones que promuevan la participación activa y la cohesión social a lo largo de la vida.  Será menor la población entre 25 y 65 años, lo que tendrá como efecto la permanencia de las personas mayores en el mundo laboral por períodos más largos, necesitando aprendizaje para nuevos roles productivos en campos muy diversos, siguiendo las directrices de las políticas europeas respecto al empleo y gestión de los recursos humanos. Ello obliga a revisar la formación de las personas mayores como “campo de estudio” que demanda investigaciones, redefiniciones, evaluaciones y reconstrucciones teóricas para estar a tono con las exigencias de las transformaciones sociales, políticas científicas y técnicas del  siglo XXI. 

El acelerado desarrollo científico-tecnológico y la aparición de nuevas formas de organización social con cambios radicales, exigen con urgencia,  un nuevo protagonismo de la Universidad, con revisión conceptual de los actores, así como de los procesos y contenidos de las AULAS  UNIVERSITARIAS DE MAYORES, reconociendo que las iniciativas y experiencias  llevadas a cabo en las  mismas, han supuesto un camino abierto donde seguir avanzando, encontrándose en una fase de exigencia de calidad y no de justificación de su existencia 


En los últimos años se ha producido un rápido desarrollo de los PROGRAMAS UNIVERSITARIOS DE MAYORES por razones de índole social, demográfica, educativa y económica, así como por la sensibilización de las instituciones responsables del bienestar social y de las universidades, que han facilitado estos proyectos. Sin embargo la presencia de los  mayores en la Universidad, no puede quedar limitada a la asistencia a las clases  y al establecimiento de  relaciones con personas que tienen las mismas inquietudes intelectuales, sino que  deben colaborar activamente, participando no sólo como educandos sino como educadores, dentro y fuera del Aula, transmitiendo sus conocimientos con una metodología dinámica, activa, participativa, organizada en torno a experiencias personales,  con proyección social. Se ha de tener en cuenta además, la investigación a través de grupos de trabajo y el aspecto intergeneracional, que favorezca la oportunidad de compartir conocimientos y experiencias, profundizando en los problemas específicos de  jóvenes y mayores. En definitiva los PROGRAMAS UNIVERSITARIOS DE MAYORES deben situarse en un equilibrio armónico entre su altura científica y las necesidades específicas del alumnado mayor, para conseguir su integración plena en la estructura universitaria,   siendo sus objetivos, promover los tres pilares básicos del quehacer universitario: enseñanza, participación de los mayores en la sociedad e investigación. 


Hay hechos y realidades que exigen cambios radicales,  un nuevo protagonismo de la Universidad con   un enfoque complementario tanto en objetivos como en contenido, poniendo en práctica alternativas de actuación. Esta institución   no puede excluir a un colectivo tan importante, tanto por su creciente magnitud como por sus potenciales posibilidades de desarrollo. Es un reto ineludible para que  no sea sólo un entretenimiento o un beneficio para la salud física y mental de los alumnos, sino un verdadero motor económico, cultural y social que prepare a una sociedad con un alto porcentaje de personas mayores. En la práctica dicha labor educadora  debe ser conducida de manera activa, participativa, y no solo como un servicio social, alternándose las exposiciones magistrales con los coloquios y acciones de grupo,  facilitando el debate entre profesores y alumnos, manejando sus propias experiencias profesionales y sociales, así como sus necesidades e  intereses, con espíritu crítico y reflexivo.

(Continuará)

domingo, 2 de febrero de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (164)

VEJEZ E INICIATIVA PERSONAL

En el número anterior de LA VENTANA DEL MAYOR se publicó un artículo titulado ENVEJECIMIENTO INSTITUCIONALIZADO. Hoy queremos matizar sobre el tema poniendo de relieve algunas cuestiones que hacen referencia a la VEJEZ E INICIATIVA PERSONAL

Las últimas cinco décadas de la humanidad han traído para la vejez muchos más cambios que los que hasta ese momento se habían producido a lo largo de toda la historia. Por consiguiente ante una nueva situación sería conveniente fomentar un nuevo imaginario social de la vejez 

Por primera vez se está generalizando disfrutar de la llegada a la etapa de la vejez. La población  no solo crece sino que además alarga su `permanencia, circunstancia que implica no solo un análisis de sus consecuencias sino también la toma de medidas encaminadas a que el fenómeno no se convierta en problema y que por tanto este logro social se pueda consolidad de una forma sostenible. 


La persona por muy mayor que sea es persona y debe llevar el timón de su vida y tomar aquellas decisiones que estime pertinentes, hasta que esto por razones de la propia naturaleza, sea imposible. El envejecimiento activo  no es otra cosa que un proceso por el que constantemente nos estamos preparando para vivir la vida en la etapa más avanzada en años, en la que la persona mayor, ejerciendo el principio de autonomía, decide qué tipo de vida le gusta llevar a término. Debe empezar desde el inicio  de nuestra existencia. Se puede asegurar que hay que preparar esta última etapa de la vida desde la niñez, en la juventud y en la madurez, porque uno envejece poco a poco y las actitudes las vamos llevando con nosotros a lo largo de la vida. La vida es un constante aprendizaje. Es triste que llegue el día en que nos levantemos y no sintamos ninguna motivación por aprender algo nuevo.

 Evidentemente que una buena pensión, un buen sistema sanitario, una buena planificación del ocio, la accesibilidad en general y la utilización de las TICs van a ayudar mucho a la consecución de una vejez más activa y satisfactoria, y en todo eso tienen mucho que decir las Administraciones Públicas. … Pero no hay que olvidar que los verdaderos artífices de nuestro envejecimiento somos nosotros mismos Se pueden ir acumulando conocimientos que nos lleven a un envejecimiento más acorde. De lo contrario se puede estar envejeciendo como no queremos envejecer.   

Hay que seguir trabajando en el convencimiento de que envejecer bien es cuestión de que la propia persona se lo crea y ponga en marcha todo un mecanismo combinado de actuaciones tendentes a conseguir ese fin. Todo ello dentro del necesario ejercicio de la libre decisión de cada uno. También en la necesidad del abandono del paternalismo mal entendido que a veces se ejerce sobre las propias personas mayores, muy probablemente con buena intención, pero sin un fundamento racional. Y por último la  idea de aprender continuamente y a lo largo de la vida o asumir como buenos determinados hábitos de vida que exigen esfuerzo y constancia.