domingo, 28 de septiembre de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (193)

UN NUEVO DISCURSO EXIGENCIAS DE UNA EDUCACIÓN SIN BARRERAS (4 de 7) 


Hemos de destacar que tanto la Sociología como la Antropología, Medicina, Economía etc. han penetrado en el conocimiento de la vejez, aportando conocimientos muy relevantes. Sin embargo hemos de reconocer que la Pedagogía se ha asomado tímidamente a este apasionante mundo de la educación de las personas mayores, desde planteamientos metodológicos. Nos encontramos con una Gerontología educativa que nace con fuerza. Pero es necesario, con técnicas etnográficas, saber mucho más de estrategias, procesos y métodos. Estamos pasando de la acción de  formación   genuina  para  una etapa de la vida, a la necesidad de educación como proceso vital a lo largo de la vida. Esta situación hace que el concepto de persona mayor y de formación a lo largo de la vida no esta suficientemente integrada en el discurso educacional, apareciendo la educación de la persona mayor como una iniciativa transitoria de asistencia social     

Pero el tiempo actual esta teñido por la cultura postmoderna, un tiempo donde cuenta muy poco el pasado, la   experiencia o   el   futuro. Las   personas mayores quedan así marginadas, y deben elegir, entre quedar amarradas al pasado, haciéndose impermeable a los cambios, o captar la experiencia de vivir ese cambio, para lo cual necesitan preparación. 

Varias son las situaciones que lo demandan  educación permanente en las personas mayores. El  fenómeno del envejecimiento. Cada vez es mayor la presencia de la “sociedad del ocio” en la que la población mayor es ya del 20% del total. La idea de educación ligada a un envejecimiento activo. La experiencia y formación que tienen las personas mayores no debe desaprovecharse. Sus conocimientos deben ponerse al servicio de la sociedad con una propuesta de formación continua.  La capacidad de aprender de los mayores. Los tópicos sobre la disminución de la capacidad intelectual de las personas mayores no tienen  una base neurológica sino social, si la persona mayor se mantiene intelectualmente activa. No hay una edad determinada para aprender. Todo depende de la persona y de la voluntad de querer hacerlo.   


La orientación educativa del mayor. El objetivo de la educación en esta etapa de la vida es ayudar a llenar de actividades gratificantes el tiempo libre. Educación orientada a un mayor desarrollo personal, participación social y disfrute del ocio. El aumento de las expectativas de vida. La educación permanente es una respuesta al continuo aumento de las expectativas de vida, en muchos casos, 20 0 25 años después de la etapa laboral. Todo ello desemboca en unas reflexiones: llegar a la vejez con mente abierta y ubicada en el tiempo, con información, conocimientos y nuevas experiencias; compartir reflexiones, ideas, opiniones etc. Se ha de aprender a lo largo de la vida. 

Hay una serie de modelos de educación, relacionados con las personas mayores (MOODY 1976). Si el modelo imperante es el “involutívo o de declive”, la educación no juega ningún papel, porque la misma tiene una proyección para el futuro, con base económica, productiva, y de una persona mayor nada puede esperarse. En los “supuestos participativos”, de bienestar, la educación de las personas mayores debe entenderse como actividad a llevar a cabo en tiempo de ocio, como una forma de mantenerlas ocupadas y entretenidas, a través de la misma. Contempla una perspectiva consumista, de tiempo por el tiempo, no como productores sino como consumidoras de ocio. 


En las “actitudes de autorealización”, la educación juega un papel de elemento de preparación para nuevos roles activos o para un desafío hacia los estereotipos que tienden a definir la vejez, haciendo posible que las personas mayores vivan en contacto con la corriente general de la sociedad, llevando una vida normal. Y ello, no incrementando los servicios sociales sino restringiendo instituciones que han contribuido a crear el problema, pese a sus buenas intenciones. La inteligencia todavía  es moldeable. 

(CONTINUARÁ)

sábado, 13 de septiembre de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (192)

UN NUEVO DISCURSO EXIGENCIAS DE UNA EDUCACIÓN SIN BARRERAS (3 de 7) 


Las características básicas del concepto de educación permanente están en relación a los diferentes  períodos de la vida y a los tipos y niveles de la estructura  educativa, desde  preescolar hasta la educación de personas mayores. Es un principio integrador de las estructuras educativas – educación formal y no formal -- . Se trata de una educación abierta  a través de los distintos medios de comunicación. Considera a la educación como un proceso que tiene dos etapas. Una “preparar para la vida laboral”. La otra “preparar para la vida misma”. La primera se identifica con la educación formal, conjunto de conocimientos que capacitan a la personas como profesionales, para desenvolverse en la vida. Se busca la productividad económica, la preparación para el puesto de trabajo.


 La etapa de “preparar para la vida misma” se manifiesta  por una educación que pone a disposición de las personas conocimientos actualizados que les permita comprender el mundo contemporáneo, respondiendo a sus  intereses. Se acepta que la educación es el gran instrumento para mejorar la calidad de vida de las personas. Se busca la productividad social. No solo se admite, desde el plano educativo, que las personas tienen su propia experiencia y conocimientos acumulados, sino también se reconoce en ellas la capacidad de continuar desarrollando su potencial para crear nuevas condiciones de vida. Proceso que continua a lo largo de toda la vida. 

Todo grupo social es educativo en el mismo nivel de importancia. Universalidad del espacio educativo: en cualquier lugar puede darse la situación o encuentro educativo. La educación permanente es integral: se define a si misma desde la persona ubicada en una sociedad y tiempo determinado, interesándose por su total desarrollo y crecimiento en todas sus posibilidades y necesidades. Proceso dinámico y flexible en sus modalidades, estructuras, contenidos, métodos, ya que debe partir de un contexto social específico al servicio de grupos determinados. Proceso ordenador de los múltiples conocimientos acumulados. Carácter integrador, coordinado al resto del sistema educativo  Proceso innovador en busca de nuevas fórmulas eficaces y adecuadas a las necesidades presentes y futuras. 

En síntesis lo que tiene que abarca este campo de intervención de la educación en personas mayores hace referencia a las siguientes cuestiones: Educación para la recuperación del conocimiento. Educación   para la realización y perfeccionamiento personal. Educación social, familiar, sanitaria; educación para el cambio social (aprendizaje democrático). Formación para la vida cívica, política y comunitaria 
(CONTINUARÁ)

domingo, 7 de septiembre de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (191)





UN NUEVO DISCURSO EXIGENCIAS DE UNA EDUCACIÓN SIN BARRERAS (2 de 7) 

Porque existe la persona se da en ella y solo en ella la educación como quehacer o tema permanente. Desde la educación la persona es un ser inacabado en todos sus aspectos o dimensiones (SACRISTÁN 1982). Desde tal estado tiende a su acabamiento en busca de plenitud. No es un ser “factum” sino “faciendum”. Por eso el hombre siempre es el mismo pero nunca es el mismo. Por razón de “personeidad” es siempre el mismo: por razón de su “personalidad” es siempre distinto (ZUBIRI  1985). El desarrollo humano como un continuo devenir, como “ser haciéndose” exige un aprendizaje permanente para adaptarse a situaciones nuevas a lo largo de la vida, con la necesidad de ciertos ajustes, reorientaciones y abandono de modos anteriores de comportamiento. Persona y educación son, en definitiva, inseparables, siempre que el ser humano al hacerse, opte por lo bueno y valioso, ante la pluralidad  de posibilidades que se le ofrece. Aquí radica el problema de la persona y de la educación. 

La implantación de la educación permanente debe ser respuesta a diferentes retos entre ellos, la redistribución del ciclo vital. Cada vez se está comprimiendo más el “ciclo medio de vida”, entre una educación prolongada en su comienzo (más años de formación inicial) y el periodo de jubilación. Éste se amplia en muchos más años, viéndose incrementado por la perdida de puestos de trabajo antes de la edad establecida. Este reto rompe las barreras convencionales que hasta ahora existen en la educación, lo que obliga a formular políticas activas de formación de capital humano y de bienestar psicológico y social de los individuos. En síntesis, las justificaciones para la implantación de la educación permanente para todos debe basarse en nuevas estrategias: ocuparse del aprendizaje en todas sus formas; no aceptar demarcaciones estrechas entre programas académicos y vocacionales; y tampoco restringir la oportunidad de aprender en las estructuras formales. Hay que evitar en todo caso que la educación permanente sea algo más que una colección caótica y no articulada de estructuras y funciones.

El criterio de la edad es lo que diferencia la Gerontagogía de la Pedagogía. La Gerontagogía (etimológicamente, “geron”, viejo, mayor y “agó” como verbo o ”agogia” como sustantivo, conducir/conducción: significado, “conducir a un viejo”), viene caracterizada  por los siguientes aspectos:

  a).- Se enmarca dentro del ámbito de lo social: conlleva la necesidad de considerar los procesos educativos en contexto determinados, a partir de circunstancias concretas sociales, históricas, culturales y evolutivas.- b).- Hace referencia  al carácter educativo del mayor como un aspecto más de la persona, que en   su     modo  de    ser   y   actuar demanda   las   necesidades   que han de ser interpretadas desde su vertiente personal y social, en conexión con sus intereses y capacidades.- c).-  Herramienta de trabajo que utilizada de manera más o menos innovadora pero siempre adecuada a nuestro ámbito de actuación, permite potenciar y dotar a cada persona de las habilidades necesarias para que pueda desempeñar un papel propio en su contexto, que en muchos casos será transformador y crítico, otras veces, ayudará a la persona a su adecuación al entorno, pero siempre partirá de los diferentes condicionantes que la posicionan en el mismo. De ahí la importancia de adaptar nuestras formas de trabajo, a las necesidades y fines que los mayores plantean..- d).- La actuación del gerontagogo debe enmarcarse desde el paradigma crítico, facilitando procesos de adaptación que permitan a las personas desenvolverse lo más consecuentemente posible en su entorno, facilitándole, ante todo, nuevos modos de afrontar determinados conflictos. (CONTINUARÁ)