domingo, 27 de septiembre de 2015

LA VENTANA DEL MAYOR (230)

MUJERES MAYORES: PREGUNTAS Y RESPUESTAS
(I DE II)


¿Existen diferencias entre el envejecimiento  femenino y masculino  Envejecemos como vivimos.  En nuestro contexto, el hecho de vivir y envejecer  siendo hombre o mujer ha conllevado diferentes   oportunidades, responsabilidades, actitudes y  valo Hasta hace muy  poco tiempo, la  experiencia de envejecer de las mujeres mayores de nuestro país  se derivaba de una trayectoria personal  casi siempre  centrada en el ámbito de lo doméstico y apenas presente en la esfera social.   Las mujeres  se han ocupado del hogar y han prestado atención y cuidados a los allegados que la precisaban. Esta actividad la mantienen  muchas mujeres cuando son mayores cuidando a sus esposos y ayudando a sus hijos e hijas en el cuidado de sus nietos. 
¿Qué necesidades tienen las mujeres mayores para envejecer con salud y autonomía?


          Las mujeres viven más que los hombres, pero tiene más posibilidades de presentar discapacidad  e informan de una peor calidad  de vida. También, es más probable que vivan solas. Todo ello pone de manifiesto que las mujeres  necesitan acceder a recursos profesionales  socio-sanitarios para desarrollar estilos de vida saludables desde  la dimensión de la salud física como del bienestar personal y la participación social. Todo ello contribuirá a mejorar sus  capacidades para retrasar  la aparición de discapacidad. Asimismo,  es necesario que la vida en soledad no conlleve aislamiento, ni percepción de soledad  y  depresión. En este sentido, se requiere tanto la promoción  de hábitos que  favorezcan o promuevan  actividades socio recreativas, como en la puesta en marcha de servicios  comunitarios que mantengan los vínculos con  el vecindario y con la vida social (servicios de acompañamiento, voluntariado, etc.). Estos últimos, se hacen más necesarios cuanto mayor es el grado de vulnerabilidad de las mujeres.

(continuará)


LA VENTANA DEL MAYOR (229)

MOVILIDAD Y LONGEVIDAD: INTERROGANTES

El proceso de envejecimiento es una de las causas principales que originan alteraciones de la marcha y del equilibrio.

 ¿Podría afirmarse que es el precio que deben pagar los seres humanos por alcanzar una mayor longevidad? No, en modo alguno. El envejecimiento no es una enfermedad, pero durante ese proceso es frecuente padecer múltiples dolencias. 


¿Cuáles son los cambios fundamentales en el patrón de la marcha relacionados con la edad? Debilidad muscular,  lentitud de la marcha, acortamiento del paso y tendencia a la pérdida de equilibrio.. 

¿Se suceden de forma rápida o lentamente?. Eso está en dependencia con la enfermedad o estado a la que están vinculadas.-

¿Se producen por determinadas afecciones concomitantes con la vejez, o como resultado exclusivo del paso de los años? Habitualmente se asocia con enfermedades neurológicas como el Parkinson, las Neuropatías, los trastornos vasculares y  de huesos y articulaciones. También constituye un marcador de fragilidad.

¿Y en cuanto a los factores de riesgo con mayor implicación en estas modificaciones de la marcha?. En primer lugar el sedentarismo, seguido del hábito de fumar, el alcoholismo y los malos hábitos higiénico-dietéticos.-

¿Estas disfunciones en el sistema motor se presentan por igual en el sexo masculino y femenino?. En el sexo masculino priman las causas asociadas a procesos neurológicos y en el femenino las que se relacionan con trastornos de huesos y articulaciones como la artrosis de la cadera y rodillas con mayor frecuencia, aunque en ambos sexos la incidencia es similar.-



¿Qué síntomas y signos nos pueden alertar de que se han iniciado estos trastornos?. Cansancio fácil al caminar, fatiga, tendencia a la lateralización en la marcha (irse hacia los lados), acortamiento del paso y de la distancia a caminar.-

¿Y en cuanto a tratamientos?. La modificación del estilo de vida y el adecuado control de las enfermedades crónicas, como la diabetes  y la hipertensión arterial, resultan muy favorables. 

¿Existen  estilos de vida que permitan si no evitarlos al menos “alejar” su aparición? . Bajar de peso, ejercicios aerobios como la marcha, consumo de frutas y vegetales, escoger alimentos cocidos por encima de los fritos, el consumo moderado de la sal y de las grasas de origen animal, prefiriendo las de origen vegetal.-


¿Es sencillamente una utopía aspirar a mantener una aceptable movilidad en la vejez?. No. El ser humano puede alcanzar edades avanzadas sin que necesariamente se produzcan síntomas que limiten su capacidad funcional y su autonomía .

¿Algo esencial por añadir?  De la misma manera que no hay enfermedades sino enfermos, cada ser humano que envejece es único e irrepetible, y muchas de las dificultades que tenga que enfrentar estarán relacionadas con un estilo de vida inadecuado, hábitos tóxicos y sedentarismo, los cuales son todos modificables.

domingo, 13 de septiembre de 2015

LA VENTANA DEL MAYOR (228)

BANCO DE TIEMPO ( y II)

San Gall es una ciudad situada en el noreste de Suiza, cerca de la frontera con Alemania. Con una población oficial de 72.522 habitantes, fue elegida por el Gobierno Federal para implementar el proyecto piloto, debido a la buena experiencia con otros programas de voluntariado. “Desde 2008 tenemos en el cantón una especie de bolsa de tiempo, donde la gente puede intercambiar ayuda. El proyecto de la Cruz Roja de San Gall está funcionando muy bien. Así que fuimos llamados por el gobierno para implementar la Cartilla del Tiempo”, explica Meierhans. El nuevo proyecto no tiene la intención de crear una competencia a los servicios tradicionales de apoyo a la tercera edad, tales como hogares de ancianos o servicios ambulantes. “La mayor deficiencia de la tercera edad es la ayuda cotidiana, ya sea la compra, la solución de problemas, la administración o limpieza”, describe el director del proyecto que agregó que el objetivo principal es permitir que las personas mayores vivan más independientes en su propia casa. “Después de todo, una plaza en una residencia de ancianos es más cara para el sistema social y es menos satisfactoria para estas personas”.

El público potencial de voluntarios y beneficiarios ya está definido, según las estadísticas: en San Gall viven 12.000 personas mayores de 65 años de edad. El éxito del programa depende del nivel de participación. Los iniciadores esperan que 300 personas se animen a participar en el programa, y ayuden a los ancianos sobre la base de dos a tres horas por semana durante un período de 42 semanas. Esto ascendería a un total de 25.000 horas de trabajo. “Si esta base se alcanza estaríamos encantados”, dice Meierhans. Y para que nadie exagere, el límite máximo de trabajo acumulado está limitado a 750 horas por voluntario. Aunque está basado en la solidaridad, el proyecto no está libre de costes                            

Para financiar la creación de la plataforma de Internet que permitirá a los voluntarios encontrar personas mayores que necesiten ayuda, así como cubrir otros gastos fijos, tales como el apoyo administrativo y cursos, las autoridades de San Gall propusieron la creación de una fundación, cuyo presupuesto será de 150.000 francos al año. El dinero también servirá como una garantía, porque si la Cartilla del Tiempo falla, los voluntarios con horas acumuladas en el “banco” deberán ser compensados con la ayuda pagada.

El proyecto aún debe ser votado por la ciudad de San Gall en la sesión de primavera. Si se aprueba, la aplicación comenzará ya en verano. Por lo menos, el apoyo de los grupos interesados ya​ ​está garantizado. “Acogemos muy bien esta propuesta. Es una manera de aprovechar los recursos disponibles en la sociedad y restaurar las estructuras sociales que se fueron perdiendo con el tiempo”, surgiere Thomas Diener. Preguntado sobre si el proyecto tiene posibilidades de éxito, el director de Pro Senectute, la mayor organización profesional de apoyo a las personas de edad en Suiza, es optimista. 

“Cada vez más jubilados creen que no vale la pena gastar el tiempo, no solo de forma unilateral, pero haciendo algo que de sentido a sus vidas. Son personas con una situación económica buena, pero tratan de ser activos. No es solo el altruismo sino la búsqueda de la felicidad ayudando a los demás”.


LA VENTANA DEL MAYOR (227)

BANCO DE TIEMPO ( I de II)

San Gall puede ser la primera ciudad suiza que cree un “banco de tiempo”. Allí el ahorrador deposita horas de trabajo ayudando a los ancianos o a personas necesitadas en su día a día. La fortuna virtual puede ser descontada posteriormente para comprar su propia ayuda. Una idea simple, pero brillante, que puede ayudar al gobierno a reducir los gastos sociales que plantea el desafío demográfico además de promover la solidaridad entre la población. La bomba de tiempo demográfica es un desafío urgente. Si en 1960 solo uno de cada diez habitantes de Suiza tenía más de 65 años, cinco décadas después, la proporción es de uno a seis. El sistema de pensiones sufre esta evolución: según la Oficina Federal de Estadísticas, en la actualidad, cuatro personas activas financian la jubilación de un pensionista; dentro de 40 años, esta proporción se reducirá casi a dos por cada jubilado. La creciente población de ancianos, especialmente aquellos que necesitan ayuda, es un problema importante junto a las autoridades locales. ¿Cómo financiar los hospitales, hogares de ancianos y la atención domiciliaria frente a la perspectiva de los ingresos limitados? “Necesitamos llevar el pueblo a la ciudad y volver a los días en que la gente se ocupaba más de sus seres más cercanos, sus vecinos, familiares o amigos”, dice Katja Meierhans.

La funcionaria de la ciudad de San Gall no apela a las tradiciones para hacer frente al reto demográfico, sino a un proyecto titulado ‘Cartilla del Tiempo’, desarrollado por expertos de la Oficina Federal de Seguridad Social. En ella, participan recién jubilados con buena salud y disponibles ayudan a mayores necesitados. Cada hora de trabajo está “depositada” en una cuenta personal, que más tarde puede ser “descontada” para pagar las horas trabajadas de otro voluntario, cuando ellos, a su vez, necesiten ayuda en su vejez.   
                                
La idea surge de las autoridades ante el nuevo contexto social en el país. “No observamos una reducción de la solidaridad en Suiza. Sin embargo, debido a una mayor movilidad y las nuevas estructuras familiares, las redes de lazos familiares ya no son resistentes como en el pasado. Por tanto, es importante fomentar la ayuda fuera del contexto familiar”, apunta Ludwig Gärtner, subdirector de la OFAS.