domingo, 25 de octubre de 2015

LA VENTANA DEL MAYOR (232)

DIVORCIO  ENTRE PERSONAS MAYORES
  
Cada vez son más las personas mayores de 65 años de edad, jubilados y pensionistas, que deciden separarse tras llevar con su pareja un montón de años juntos. El porcentaje de separaciones aumenta en los últimos tiempos de forma sorprendente en España. Unos se separan por las buenas, otros se divorcian civilmente. Unos rompen la relación de pareja “de facto”, otros se separan “de iure”.

Pareja de mayores discutiendo

La mayoría de los mayores que se separan no lo hace por comenzar una nueva aventura, por establecer una nueva relación. No. En la mayoría de los casos es porque toman la decisión de vivir de manera independiente, sin sujeciones ni ataduras de ninguna clase. Según estudios recientes, se ha triplicado en los últimos cinco años el ritmo de separaciones conyugales. 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ya en el año 2002, los hombres y mujeres mayores de 60 años que se divorciaron en España fueron 2.310; mientras que 3.341 se separaron. Desde que se aprobó la Ley del Divorcio en España en 1981, nada menos y nada más que 900.000 parejas se han separado y 600.000 se han divorciado


Se triplicaron los divorcios entre parejas de jubilados

Entre las posibles causas de este hecho, algunos citan el aumento de la esperanza de vida y de la longevidad, lo que hace pensar a muchos mayores que “todavía tienen tiempo para rehacer su vida y vivir experiencias nuevas”. Algunos psicólogoss y sociólogos afirman que también influye el hecho comprobado en algunos casos de infidelidad femenina, que ha aumentado de manera llamativa en los últimos años, y que conlleva que muchos hombres de edad avanzada se encuentren con una separación repentina que no se esperaba.

LA VENTANA DEL MAYOR (231)


MUJERES MAYORES: PREGUNTAS Y RESPUESTAS ( y II)

¿De qué recursos específicos disponen las mujeres para envejecer bien? Apenas  se dispone  de trabajos desde la perspectiva de género en relación con  los recursos que ayudan a las mujeres a envejecer bien. Las trayectorias vitales centradas en la atención y cuidado de otras personas pueden ayudar al desarrollo de capacidades asociadas a las relaciones interpersonales. Concretamente, algunos trabajos muestran que  las mujeres mayores mantienen e inician  variadas y adecuadas relaciones sociales (familiares, amigas, vecinos, profesionales, etc.) para  afrontar situaciones asociadas al proceso de envejecimiento. 


En este mismo sentido, muchas mujeres de edad están  acomodándose –y muchas lo hacen eficazmente- a nuevos patrones de relación derivados de los cambios de las nuevas estructuras familiares (regreso al hogar de hijos divorciados, nietos  de padres/ madres distintos, etc.).
Por otro lado, existe información suficiente que pone de manifiesto el interés de muchas mujeres de edad por iniciar o continuar experiencias de aprendizaje que les ponen en contacto con nuevos conocimientos y por tanto con nuevas posibilidades de desarrollo.

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Todo ello, muestra que las actuales mejores mayores, a pesar de  haber disfrutado de oportunidades limitadas de desarrollo personal, instrucción formal y de participación social han desarrollado, o desarrollan, en muchos casos recursos  que pueden ayudarles a  envejecer bien

¿Qué objetivos se deben perseguir en el diseño de programas dirigidos a mujeres mayores?

En primer lugar, se deben promover oportunidades para reconocer y valorar los recursos propios. Las habilidades y conocimientos que las mujeres han ido adquiriendo a lo largo de su trayectoria vital son aportaciones singulares y valiosas para encarar los cambios asociados al paso de los años.  Además, la prestación de cuidados a otros que han ejercido y continúan ejerciendo muchas mejores de edad constituyen aportaciones sociales de indudable valor. Sin embargo, la mayor parte de las protagonistas no los reconocen y valoran como tales. Los programas con mujeres mayores tienen que ayudar  a conseguirlo. 
Además deben proporcionar conocimientos y cambios de actitudes para afrontar el envejecimiento como una etapa de a vida que también trae oportunidades de mejora y desarrollo personal.