domingo, 28 de octubre de 2012

LA VENTANA DEL MAYOR (115)


Jóvenes y mayores hacia otra identidad

2012 ha sido declarado “Año Europeo del Envejecimiento Activo y Solidaridad  Intergeneracional”.  Es por ello de interés hacer algunas reflexiones sobre el acercamiento entre generaciones para  el logro de una sociedad para todas las edades, destacando que tales relaciones se dan espontáneamente en la vida cotidiana y que promoverlas de manera consciente exige responsabilidad, atención a su complejidad e implicaciones.

        En la actualidad conviven simultáneamente personas de  distintas generaciones  que responden  a épocas en donde cada una se ha desarrollado en distintos procesos de socialización y cambios culturales.  Podemos decir que hoy es mayor  la distancia entre los jóvenes y las personas mayores, que la que antes existía entre un hombre del siglo XV y otro de siglo XVIII.

  
       El ser parte de una generación más joven conlleva el que no se compartan las memorias ni los recuerdos de las  anteriores. Cada una de ellas pasa a ser un mundo diferente, distanciado psicológicamente. De ahí que la aparición de cada generación implique, también, un comienzo, una ruptura, un alejamiento. A finales  de la década  de 1960 los términos asociado a las relaciones entre generaciones era “conflicto” y “ruptura”. La “juventud” se relacionaba con “renovación” y  “vejez” con “tradición”. En la segunda década de siglo XXI se valoran como positivas las diferencias intergeneracionales,  y se plantea la integración y la complementariedad entre generaciones

¿Qué buscamos al promover las relaciones intergeneracionales?. Si la respuesta es ”acercamiento”, cabe preguntarnos:¿hay conflicto, ruptura o distanciamiento?, ¿por qué? Si pretendemos mitigar sentimientos de soledad en la vejez, será que creemos que la vejez implica soledad y que la soledad no conviene, ¿por qué?. Si se trata de buscar reconocimiento cabría suponer que no lo hay y averiguar, ¿por qué?. Y, ¿qué esperaran los jóvenes de tal acercamiento y qué las personas mayores?.

En este marco de dialogo  entre generaciones, es mayor lo que queda por hacer, que lo que se ha conseguido,  siendo mas  las cosas que las separan que las que las unen, pero se nota en las personas mayores el interés por comprender las novedades. En este sentido están realizando más esfuerzo que los jóvenes, intentando ponerse al mismo nivel que ellos. La cuestión está en romper con las trincheras culturales y generacionales, y reconocer que hay que configurar el mundo a partir de las diferencias. La construcción de la identidad de la persona mayor no sólo esta siendo moldeada por él mismo y sus organizaciones, sino también por los conceptos que de ellos tienen los jóvenes, aceptando y confirmando, sus cualidades intactas, la experiencia y sabiduría



La educación es el medio para fomentar las relaciones intergeneracionales,  ayudando a superar las actitudes estereotipadas así como posturas discriminatorias sobre el envejecimiento y personas mayores, con las que nos prejuzgamos unos a otros, los mayores a los jóvenes y los jóvenes a los mayores. No debemos olvidar que cada generación, tiene cosas importantes que entregarle a la otra, de manera que recíprocamente se nutran en este intercambio. Se evitará  así la segmentación por edades, potenciando la participación social de las distintas generaciones, con nuevo significado a los conceptos de ‘juventud’ y’ vejez’,

En uno  versos escritos en 1914, de autor desconocido, titulado El Encuentro, se resalta la necesidad de un diálogo de los viejos con las generaciones nuevas, dispuestas, razonablemente, a desprenderse de lo viejo, colocando en su lugar lo nuevo. El viejo decía al joven:¡Yo te arrancaré los ojos/ y los colocaré en lugar de los míos y tu me arrancarás los ojos/ y los colocarás en el lugar de los tuyos/ y yo te veré con tus ojos/ y tu me verás con mis ojos/ y nos comprenderemos.

domingo, 21 de octubre de 2012

LA VENTANA DEL MAYOR (114)

La importancia de la educación para una nueva socialización

             En  un artículo reciente del psicólogo Bernabé Tierno  publicado con el titulo “UNA PERSONA EDUCADA” se pone de manifiesto una serie de reflexiones: “La vida sigue siendo una hermosa aventura, que hay que encarar con optimismo, con ilusión, con esperanza y con ánimo de plantear batalla cada jornada a lo que se nos vaya presentando”. “Una de las claves  para lograr esos triunfos, reside en la educación de las personas”. "Una persona educada es la que tiene una alta autoestima; la que tiene autodisciplina; personalidad; criterio propio….”. Hoy queremos trasladar la esencia de las citadas frases  al marco de las PERSONAS MAYORES.

          Desde el plano educativo, la persona es un  ser inacabado en todos sus aspectos o dimensiones. Las personas aprendemos desde que nacemos y a lo largo de nuestra vida. Las actuales personas mayores  nacieron y fueron educadas con otros valores y normas, ni mejores ni peores, diferentes. De ahí la importancia de la  educación para una nueva socialización
         

              No hay una edad determinada para aprender, todo depende de la persona  y de la voluntad de querer hacerlo. Sin embargo cuando se trata de vincular  educación y  persona mayor, se piensa que ésta es difícilmente educable y poco susceptible de adquirir nuevos conocimientos. Ante esta postura tenemos que resaltar que la perdida de memoria no es mucho mayor que en otras edades, la inteligencia no sólo no disminuye sino que puede aumentar si se proporciona oportunidades para ejercitarla. La educación permanente no tiene  plazos,  ni  programas  rígidos, ni exigencias   generales   e iguales para todos. Se realiza en libertad y en beneficio de cada sujeto en particular. Los fines perseguidos van dirigidos a que la vejez se contemple  y considere desde la perspectiva del “envejecimiento activo”.
          
           Las personas mayores necesitan estímulos intelectuales. No debemos olvidar que la vida es un proyecto permanente de aprendizaje. La etapa de persona mayor proporciona una nueva oportunidad de retocar el estilo de vida que se ha ido configurando a lo largo del tiempo. Pero para ello es necesario poner en juego la educación permanente. Envejecer no es otra cosa que cambiar, lo que requiere desplegar procesos de adaptación y desarrollo a nivel personal y social para mantener el equilibrio y asumir nuevos roles

Si no nos morimos antes, todos estamos llamados a ser persona mayor. ¿Nos preparamos para ello?. ¿Piensan que como persona mayor ya tienen su propia experiencia y conocimientos y no necesitan seguir educando su potencial humano?. ¿Sabían que la educación permanente es un derecho que queda sin desarrollar en la mayoría de las personas de edad?. ¿Que solo una minoría, la más preparada, es la que muestra interés por actualizarse?. ¿Y que el nivel de instrucción de los mayores no es equiparable al de la población más joven, por debajo de los 45 años?
Las personas mayores, no son las que más saben, sino las que más ignoran. Quedan marginadas, amarradas al pasado, impermeables a los cambios vertiginoso del siglo XXI,  caracterizado por la aceleración de los avances  tecnológicos; el despliegue de la cultura postmoderna, con su lógica de consumo;  la urgencia de vivir rápido como si no hubiese futuro; y  la exaltación de los sentidos como única posibilidad de placer


Siendo posible el aprendizaje en las personas mayores, la educación de las mismas debe orientarse en un doble sentido: poner en juego estrategias de compensación del déficit; o tener en cuenta para la educación y formación de las personas mayores, aquello en lo que aun pueda crecer a través de nuevos conocimientos. No buscar tanto la eficacia como la comunicación interpersonal, ya que en esta etapa de la vida un enfoque exclusivamente profesional es peligroso para el desarrollo personal del individuo mayor.

miércoles, 17 de octubre de 2012

LA VENTANA DEL MAYOR (113)


Internet y envejecimiento activo

            Quizás los dos productos más relevantes que nos dejó el siglo XX hayan sido la informática y la mayor esperanza de vida, la longevidad, ambos nacidos del avance de la ciencia y de la vertiginosa revolución de la tecnología.  Por un lado estamos en la era de la informática. El fenómeno de los BLOGS  EN INTERNET se ha convertido en todo un éxito. Cada vez son más las personas que participan de algún modo en estos espacios webs y aunque parezca que sólo es una forma de comunicación para jóvenes, la blogosfera no tiene edad.


Por otro lado nos encontramos que el progresivo envejecimiento de la población no es un fenómeno pasajero. Se trata de un proceso de firme desarrollo, que avanza y seguirá avanzando con más o menos celeridad. La proporción de personas mayores crece más rápidamente que cualquier otro grupo de edad, produciéndose un envejecimiento acelerado de la población y un aumento en la esperanza de vida. En este sentido Andalucía dispone de una cantidad de personas mayores que no deja de incrementarse. Registra hoy día los niveles de envejecimiento más elevados de su historia El pasado año el 17,3% de los cordobeses superaba los 65 años sobrepasando  la media andaluza (14,9%) y nacional (16,8%).

 Pero ante este hecho demográfico. hay que poner de relieve que lo que resulta destacable, no es únicamente que las personas de más de 65 años sean cada vez más numerosas sino que se hallen  experimentando transformaciones sociales que las hacen afrontar su envejecimiento de una manera diferente a las pautas tradicionales. Cada vez tiene menos que ver la persona mayor con el estereotipo que identificaba el envejecimiento con la pobreza, la marginación y el desinterés por el mundo.
No es materia, en principio, atrayente desde  el punto del divertimento, el tratar de cerca  y de forma directa los aspectos fundamentales de la cultura del envejecimiento, y más aun, si   se intenta provocar  el deseo de  participar en la problemática  social y educativa, pensando y reflexionando sobre aspectos concretos, según sus especiales circunstancias.

Es por ello por lo que estamos convencidos de la labor que puede realizarse, a través de  INTERNET como medio de comunicación, haciendo llegar   cuestiones de interés, para que las  personas mayores conozca  los aspectos  positivos del envejecimiento y para que  los jóvenes y adultos tengan una visión de esta etapa del ciclo vital. En definitiva divulgando información  que favorezca la autonomía y el desarrollo activo de este biosegmento.     

 

EL BLOG “LA VENTANA DEL MAYOR”  es un espacio en INTERNET  que tiene como fin la  formación continua, flexible y a distancia de las personas mayores  poniendo a su alcance nuevos conocimientos, habilidades y destrezas  en la búsqueda de información sobre los principios  del envejecimiento activo. Si de algo están necesitadas las personas mayores es de comunicación. Está comprobado que la lucha contra el aislamiento y la soledad es un seguro para llegar mas tarde a la vejez.  Por ello desde el 13 de Abril de 2010 y a través del blog pozonlobato.blogspot.com, se publican artículos que son además   difundidos en BLOGOMAYOR, red de blogueros comprometidos con el bienestar de las personas mayores y la promoción de un envejecimiento activo y satisfactorio.

En dicho blog se  exponen cada semana, cuestiones  relacionadas con la cultura del envejecimiento, analizando sus rasgos más significativos. Se describen las actitudes y estilos de vida de las personas mayores, puntualizando los factores que lo configuran,  ser inacabado que necesita  educación permanente para adaptarse al mundo   posmoderno del siglo XXI. Y todo ello tomando conciencia de que el envejecimiento se  ha de considerar como una etapa del ciclo vital  donde cabe un proyecto de vida, como en la juventud y en la edad adulta.






viernes, 5 de octubre de 2012

LA VENTANA DEL MAYOR 112


El otro papel de los abuelos
  

En un marco general y tradicional  es importante para los pequeños la autoridad de los mayores como parte del proceso de aprendizaje. Sin embargo, los abuelos no quieren fomentar en sus nietos una imagen de autoridad distante y severa. De ahí la importancia de buscar un equilibrio entre la necesidad de los abuelos de constituirse como figuras amables para los nietos, al mismo tiempo que asumen la importancia de no desautorizar a los padres y respetar sus parcelas de autoridad. Ello conduce a  que los abuelos asuman su menor capacidad de decisión respecto a cuestiones de comportamiento y cuidado de los nietos. Hay cosas en las que no siempre están de acuerdo con sus hijos, pero que los abuelos aceptan con el objetivo de evitar conflictos.



Pero las cosas han cambiado. No hace mucho  tiempo el  estar con los nietos  suponía una fuente de alegría y felicidad para los abuelos, un momento de disfrute. Pero en la actualidad hay situaciones que hacen que los abuelos hayan tenido que abandonar su pretensión de “malcriar” para ser auténticos educadores, asumiendo una nueva responsabilidad, la de tener  que educar a sus nietos, cuando realmente no se tiene la autonomía de criterio para hacerlo.

Y estas nuevas situaciones que han motivado mas exigencias en las relaciones abuelos – nietos,  tienen su origen, en primer lugar,  en el hecho de que vivimos en una sociedad en que hombres y mujeres,  padres  y madres,   trabajan fuera de casa, con horarios incompatibles, con la imposibilidad, añadida, de dedicar el dinero para contratar a personas que realicen la labor de cuidado sustituto, más aun en tiempos de crisis económica, donde los recursos familiares no permiten  que alguien externo a la familia cuide de los niños: canguros, guarderías y  escuelas infantiles, En estos casos los padres delegan excesivamente en los abuelos que ofrecen su tiempo para el equilibrio de la familia.


 

En segundo lugar el origen de estas nuevas relaciones abuelos - nietos lo encontramos  en  familias jóvenes que se ven obligadas a dejar su hogar y volver a casa de los abuelos, camino de vuelta que tiene lugar  por causas tales como paro prolongado, divorcios o separaciones. Los abuelos, conscientes de que sus hijos viven una situación especialmente complicada, brindan su bien más preciado, el tiempo y también sus recursos económicos de forma voluntaria.  Recae  en los abuelos el cuidado de sus nietos desde una posición bien diferente a la que supuso en su día su papel como padres. En estas situaciones descritas, los abuelos  se sienten divididos entre el disfrute que les produce poder pasar tiempo con sus nietos y el agobio por una excesiva responsabilidad en su cuidado y educación.


 Resulta esencial considerar que el hecho de que los abuelos tengan que cuidar habitualmente a diario o casi a diario de los nietos hace que se sientan “angustiados”  “utilizados” “esclavos de sus responsabilidades”, y que “tengan la vida hipotecada”. Los abuelos  se han convertido en el colchón protector de muchas deficiencias sociales. Hacerse cargo de tareas sobrevenidas,  asumidas sin aparente queja, deriva en que esos abuelos tienen una menor oportunidad de disfrutar del tiempo que  llevan esperando, tras haber cumplido con sus responsabilidades de adultos. Aparecen  renuncias a  cosas que se podrían hacer con más libertad, lo que pone de manifiesto un importante sentimiento de abnegación

Los abuelos ante estas situaciones sienten  la necesidad de imponer límites que racionalicen la obligación de manera clara. Están dispuestos a aceptar su participación como cuidadores de los nietos solo en las situaciones en que verdaderamente sea necesario, cuando el padre y la madre tienen auténticas responsabilidades laborales, pero no para que estos puedan disfrutar de su tiempo libre a costa del de los abuelos.

Por último señalar que entre no pocos abuelos emerge un discurso que incide en el desencanto que provoca el hecho de que socialmente no parece existir un reconocimiento adecuado de la labor que desempeñan. Abuelos que están convencidos de pertenecer a una generación aislada, que cuidó de sus hijos y ahora cuida de sus nietos,   pero que se siente insegura cuando se pregunta quién cuidará de ellos  cuando llegue el día en que sea necesario.