martes, 14 de octubre de 2008

LA UNIVERSIDAD LABORAL DE CÓRDOBA: “TRAYECTORIA DE UNA INSTITUCIÒN Y SU ADAPTACION AL CAMBIO”

CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DEL II ENCUENTRO DE ANTIGUOS LABORALES


Enrique Pozón Lobato * Ex Profesor y ex Secretario General de la Universidad Laboral de Córdoba. Doctor en Derecho; Doctor en Ciencias de la Educación; Doctor en Veterinaria

El pasado 3 de Noviembre de 2007 se celebró en el salón de actos Juan XXIII de la Universidad de Córdoba, la efeméride del cincuentenario de la puesta en funcionamiento de la Universidad Laboral de Córdoba

Fue un acontecimiento estrictamente institucional en sus formas, pero también motivo para que más de quinientos antiguos alumnos volviesen al centro para encontrarse de nuevo, aflorando recuerdos y añoranzas juveniles

Pues bien….Recogiendo el sentir de los ex alumnos que asistieron y de los que por distintas causas no estuvieron presentes, se celebrará el próximo día 1 de Noviembre de 2008 el II ENCUENTRO DE ANTIGUOS LABORALES.

Al mismo asistirán ex alumnos, todavía jóvenes o en una incipiente edad adulta, 30 a 45 años, que no habían nacido en la fecha de inauguración de la Universidad Laboral de Córdoba. No conocen, por tanto, la primera parte de la historia. Pero también encontraremos a otro colectivo, ya mayores, entre 50 y 65 años, quizás más numeroso, que sí fueron alumnos de la Universidad Laboral. Ellos no conocen la instrumentación jurídica de la segunda parte de la historia, base de la adaptación al cambio. Por ello el motivo de este trabajo es mostrar una visión completa de la historia, 1956 -1997.

Haciendo referencia, a la primera parte de esta historia - Universidad Laboral de Córdoba 1956 a 1978 - vamos a poner de relieve, a manera de introducción, una serie de reflexiones hechas por los propios ex alumnos graduados en ella, por considerarlas representan el sentir de la juventud de aquellos años.

:“Desde el momento que bajamos del tren en la antigua estación de Córdoba y contemplamos las palmeras que aun allí permanecen, dibujadas en el cielo del amanecer cordobés, algo nos decía que nuestras vidas iban a tomar un rumbo distinto y que nuestra forma de pensar y de hacer, sería otra cosa diferente de las que nos hubiera deparado el porvenir, de haber seguido en nuestro pueblo o ciudad de procedencia. Creo que desde ese momento se empezó a configurar una personalidad con muchos rasgos comunes para los cientos de muchachos que procedían de distintos lugares de España”.

En este sentido también hay que resaltar los comentarios que se han escrito en la página web abierta con motivo del cincuentenario, celebrado el pasado años:

“La Universidad Laboral de Córdoba marco mucho y en positivo, nuestras vidas. Tenemos muy buenos recuerdos y siempre agradeceremos la educación recibida, el respeto, la convivencia, los aires de libertad.”

”Los jóvenes que nos formamos en la Universidad Laboral de Córdoba, hemos sido luchadores natos en cuantos retos no impusimos, tanto a nivel profesional como social, contribuyendo a aportar nuestro granito de arena a una sociedad mas justa y solidaria, ya realizando nuestro trabajo profesional lo mas honroso posible o desde posiciones mas beligerantes de compromiso personal con los mas débiles”

De un libro homenaje a uno de los dominicos que pasaron por el centro, un antiguo alumno escribía:

”De aquella época, a todos y cada uno de nosotros se nos agolpan los recuerdos, anécdotas y chascarrillos. Supuso para todos una decisiva influencia en nuestra educación y formación. Recuerdo con gratitud la apertura de mente de nuestros educadores y el clima de libertad de expresión en el que se produjo nuestra formación y convivencia. Y ello en todos los ámbitos: libre pensamiento, formación religiosa sin opresión, actividades deportivas, culturales y de ocio, benevolente control disciplinar, e incluso aceptación de nuestra manifiesta oposición a la situación socio política existente”

La Universidad Laboral, bello campus que se iniciaba en la colina de la Iglesia y continuaba en las aulas colegiales, proseguía en los campos de deportes y terminaba en los talleres de fundición.

Por sus arterias circulaban vida joven, animada por la experiencia de educadores, la sabiduría de maestros y el afán de promoción .Se celebraba la destreza de quienes eran premiados en concursos nacionales; aprendieron a interpretar el movimiento rítmico de las maquinas; gozaron con el descubrimiento de genios a los que los profesores auguraban un porvenir luminoso; y sufrieron cuando algunos alumnos, por relajarse, veían esfumarse su cuantiosa beca de estudios y vida.

Los profesores, maestros de taller y educadores dominicos, formaban un grupo d personas jóvenes que entendían la realidad social y sabían educar en libertad, organizando múltiples actividades colegiales, implicándose en ellas. Sin olvidar al personal técnico, administrativo y de servicios. Todos dieron prueba de su talla humana en la entrega al ideal de servicio y promoción que los había convocado.

Vamos a continuación a referirnos brevemente a los aspectos más significativos de la Universidad Laboral de Córdoba, describiendo algunos de sus rasgos que constituyeron su esencia y singularidad.


Origen y fundamento de las Universidades Laborales:

En la década de los años 1950, fueron creadas por el Ministerio de Trabajo y sostenidas por las Mutualidades Laborales, en estrecha colaboración con el Ministerio de Educación; y en 1956 se inauguraron como institución superior de cultura en el ámbito del trabajo, para la formación de la juventud, en la triple dimensión humana, técnica y profesional, en todas sus modalidades y grados, mantenidas bajo la tutela del Estado, por los trabajadores españoles. Así lo decía la orden conjunta del Ministerio de Educación y del Ministerio de Trabajo de 12 de Julio de 1956, por la que se aprobó el Estatuto de UULL

Aunque sus contenidos docentes estaban regulados por el Ministerio de Educación, la Universidad Laboral puso a disposición del alumnado unas instalaciones docentes, educativas, residenciales y deportivas de máxima calidad. Y a su servicio una plantilla docente de primera línea; unos internados regidos por educadores preparados y vocacionales - Padres Dominicos, Orden de Predicadores.

Y lo más relevante, unos alumnos procedentes de todo el país, con niveles económico-sociales bajos, que se esforzaron en sus estudios para superar los niveles mínimos exigidos. Todo ello dio como resultado, profesionales preparados técnicamente y con una buena formación humana.

El régimen becario de las Mutualidades Laborales

Cuando se fundaron las Universidades Laborales no existía en España el Fondo Nacional de Igualdad de Oportunidades; y la Comisaría de Protección Escolar solo atendía a 20 de cada 1000 alumnos oficiales españoles. Por ello sobre las Mutualidades Laborales recayó el 90% del coste de construcción y funcionamiento de estos centros, y a sus expensas se sufragaban las BECAS que permitía un régimen de absoluta gratuidad. De dichas becas, 1.500 correspondían a la Universidad Laboral de Córdoba, cubriendo la docencia, matricula, libros, material escolar, alimentación, alojamiento y otros capítulos, entre ellos, viajes desde la residencia familiar a la UL y viceversa, servicios médicos farmacéuticos, certificados, títulos académicos etc. Se atendía a las necesidades estudiantiles sin limitación de tiempo formativo, mientras que el alumno aplicase sus facultades intelectuales, con rendimiento, al estudio. Un solo suspenso significaba la perdida de beca.

Pero mas allá de la Universidad Laboral, los alumnos aventajados de la misma, recibían toda la ayuda mutualista necesaria para el acceso a la Universidad clásica y a las Escuelas Técnicas Superiores, mediante el mecanismo de beca tutela. De esta forma la UL de Córdoba hasta 1976 había promovido a 250 alumnos salidos de sus aulas para cursar estudios superiores en diversas Facultades y Escuelas Técnicas Superiores de las universidades españolas, una vez finalizados sus estudios de bachillerato o de Ingeniería Técnica Industrial, en la Universidad Laboral

Presencia de la Orden de Predicadores-Padres Dominicos

Para los Padres Dominicos, el proyecto de la Universidad Laboral, de poder contribuir a la promoción social de la juventud, formando hombres cultos, honrados y profesionales, fue de ilusión.

Cuando en 1956 acudieron al centro los primeros 500 alumnos becarios de las Mutualidades Laborales, la comunidad de frailes a disposición de los alumnos estaba formada por más de 30 religiosos, casi todos en juventud de edad y de sacerdocio. Este número se acrecentó incluso en años posteriores, para estar presente en los seis colegios residencia que integraban la Universidad Laboral.

Transcurridos aquellos primeros años que pueden llamarse fundacionales, por el espíritu que impregnaba a los protagonistas, los dominicos continuaron trabajando en la Universidad Laboral sin caer en la rutina y en el conformismo, hasta cumplir sus veinticinco años de colaboración. En memoria de ellos recogemos los nombres de los que fueron dominicos – rectores – directores en 25 años de historia de lo que fue la Universidad Laboral de Córdoba:

Miguel Fraile Cobos 1955 – 1958; Cándido Aníz Iriarte 1958 – 1967; Jacinto Hoyos Galán 1968 – 1970; José Todolí Duque 1970 – 1972; y Santiago Pirallo Prieto 1973 – 1980.

El afecto sincero entre los dominicos y la Universidad Laboral, fue intenso y para muchos tuvo calor de hogar, primera experiencia de comunidad religiosa, apostólica y educadora. Allí disfrutaron con la habilidad deportiva de unos hijos de trabajadores que eran un poco hijos también suyos. El alma dominicana fue compartida con los alumnos; el alma de los alumnos fue compartida por los dominicos. Dichosa fortuna de quien vivió dicho ideal

La evolución de sus contenidos docentes

:Por orden de 15 de Agosto de 1956 por la que se aprobaba el Estatuto Docente de UULL, los estudios que se podían realizar en la Universidad Laboral de Córdoba, estaban distribuidos en dos grupos docentes: enseñanzas regladas y no regladas.

Las enseñanzas regladas eran impartidas de acuerdo con las normas legales vigentes del Ministerio de Educación y comprendían la Formación profesional industrial y agrícola; el Bachillerato Laboral, elemental y superior industrial y agrícola; la Formación técnica de grado medio y superior; y la Formación social.

Para cursar los estudios señalados existía en la Universidad Laboral, dentro de la unidad de centro, una estructura que recogía de manera armónica y entrelazada, los contenidos docentes propios de una Escuela de Aprendices y de Maestría Industrial; de una Escuela de Capataces agrícolas; de un Instituto laboral; de una Escuela Técnica de Grado Medio; y de una Escuela social

El núcleo central de las enseñanzas en un primer período, fue la formación profesional. En este sentido se atendían los niveles de oficialía y de maestría industrial, en sus ramas de mecánica; construcciones mecánicas; fundición; madera; electricidad; y automóvil, todas ellas con sus correspondientes especialidades.

A ello había que añadir los cursos de transformación de bachilleres generales elemental en bachiller técnico elemental; bachillerato general superior, en sus opciones de ciencias y letras; el curso preuniversitario; bachillerato técnico superior y cursos preparatorios de Ingeniería Técnica..

Como dato indicativo y más representativo señalamos que la distribución del alumnado durante el curso 1970- 1971 en la Universidad Laboral de Córdoba fue: 667 formación profesional; 490 bachillerato Superior; y 383 Ingeniería Técnica Industrial, 383. Total de alumnos en el centro en dicho curso, 1540

Por otro lado, las enseñanzas no reguladas oficialmente, y orientadas a la formación de profesionales y técnicos según las necesidades de la producción. En este sentido la UL de Córdoba en la década de los sesenta, se especializo en construcción de maquinaria y estructura e instalaciones industriales. Aparece la Formación intensiva profesional - FIP - para capacitar y reconvertir la mano de obra que necesitaba el Polo de desarrollo industrial cordobés. Incluso la UL solicito de la comisaría del plan de desarrollo, que fuese considerada empresa consultora, aportando estudios sobre los aspectos sociales y culturales de la provincia, con el fin de ofrecer una panorámica del potencial humano necesario para la planificación real del desarrollo económico y social de Córdoba.

Es más, los propios alumnos del centro seguían cursos intensivos de perfeccionamiento y especialización organizados de acuerdo con las necesidades manifestadas por las propias empresas, en técnicas entonces desconocidas, tales como verificadores, cronometradores, métodos de trabajo, y técnicas de soldadura.

A comienzo de los años setenta se aprecia un cambio importante en la elección de estudios por parte de los alumnos de nueva incorporación, que obliga a reconsiderar el cuadro de enseñanzas del Centro. Mientras van aumentando los que optan por Bachillerato Superior, hay dos ramas de Formación Profesional que tienen que cerrarse, Madera y Electricidad. A la vez, se hizo urgente la actualización de las especialidades clásicas de máquinas herramientas, incluyendo conocimientos de los procesos automáticos de mecanizado mediante mando por tarjetas y cintas perforadas, y los entonces incipientes tipos de control numérico.

La nueva Ley 14/1970 General de Educación y Financiación de la Reforma Educativa va a producir un cambio en la concepción y estructura de esta institución, al integrarse las Universidades Laborales, por Decreto de 21 de de Julio de 1972, en el régimen académico de la referida Ley. Dicho Decreto atribuye a las Universidades Laborales plena capacidad para impartir enseñanzas correspondientes a: Educación General Básica; Bachillerato Unificado Polivalente – BUP; Curso de Orientación Universitaria – COU-; Educación Universitaria; Formación profesional de 1 y 2º; Educación permanente de adultos y educación especial a través de cursos de iniciación, perfeccionamiento y readaptación profesional. También se ponía de relieve en dicho Decreto el facilitar mediante becas convocadas al efecto, la capacitación de sus alumnos en otros centros, incluso los de carácter universitario, en todos sus ciclos; proyectar su influencia en la demarcación territorial correspondiente; la extensión y promoción cultural; y que las Escuelas de Ingeniería y Arquitectura técnica existentes en las UU LL quedaban constituidas como Escuelas Universitarias no estatales, adscritas al distrito universitario correspondiente. Por último, se podían crear en las UULL otras Escuelas, Colegios Universitarios y otros centros de educación universitaria.

En 1975 se establece en la Universidad Laboral, una nueva Formación Profesional, reglada, en sus tres niveles, siendo la Oficialía y Maestría Industrial sustituidas respectivamente por la FP-I y FP-2, incluyendo nuevas especialidades como Circuitos Neumáticos y Oleohidráulicos. La FP-3 tuvo escasísimo desarrollo, al tocar campos y competencias profesionales tradicionalmente ocupadas por las Escuelas Universitarias de Ingeniería Técnica

En determinados aspectos la Universidad Laboral de Córdoba supuso un adelanto a la Ley General de Educación de 1970, como el hermanar las enseñanzas técnicas con las humanísticas y situarse en la primera línea de toda innovación pedagógica que surgió como consecuencia práctica de las directrices emanadas de dicha Ley.

Para atender a todas estas exigencias educativas, la organización docente de la Universidad Laboral estaba estructurada en una Jefatura de Estudios de la que dependían secciones específicas para cada un de los niveles de enseñanza atendidos: Sección de Formación Profesional; Sección de Bachillerato; y Sección de Ingeniería Técnica. De las mismas, dependían los distintos departamentos docentes, donde estaban encuadrados la plantilla de profesores.

Instalaciones de acuerdo con las exigencias de la formación profesional y tecnológica del alumnado.

Si tenemos en cuenta que el número de alumnos de formación profesional oscilaba, en los primeros años entre 1.600 y 1.900 cada curso, en la Universidad Laboral de Córdoba, y el tipo de especialidades profesionales que impartía, se requirieron grandes espacios para las clases prácticas, además de una nave donde estaban instalados unos pequeños Talleres Prevocacionales utilizados por los alumnos de nuevo ingreso, a fin de facilitarles la elección de una especialidad en el Centro

Los grandes espacios lo componían los edificios de talleres generales mecánicos y metalúrgicos con 18.000 y 7.500 metros cuadrados, respectivamente

El equipamiento de talleres generales se realizo con maquinas industriales de producción, por lo que el aspecto general era el de una gran fábrica, con un taller de 120 tornos paralelos de 3 CV; y un taller de fresa equipado con 60 fresadoras universales de similar potencia. Todo de última generación en su época. El taller de maquinas especiales disponía de todo tipo de afiladoras, rectificadoras de superficie, calderería, mandrinadoras, maquinas de electro erosión, pantógrafo universal etc. Estos talleres instalados en un espacio diáfano de 299 metros de longitud, con todas sus maquinas funcionando y un alumno en cada máquina proporcionaba una vista impresionante desde el pasillo superior de Talleres Generales

También llamaba la atención, los 60 puestos de soldadura oxiacetilénica y las 20 cabinas de soldadura eléctrica con capacidad para funcionar simultáneamente; y la visión de un cubilote de fundición de hierro con 1000 kg. de capacidad. Y todo ello unido al trajín propio del taller de chapistería y calderería.

Para las clases prácticas de Ingeniería Técnica se instalaron en los talleres generales y metalúrgicos, una serie de laboratorios tecnológicos que también aprovecharon los alumnos de 2º curso de maestría industrial:

Como resultado de todo ello, la Universidad Laboral de Córdoba estuvo presente en los distintos Concursos Nacionales de Formación Profesional industrial, obteniendo primeros puestos en diversas especialidades de las impartidas en sus talleres.

Internado y régimen de alumnos externos

Desde 1956, la beca mutualista cubría las necesidades de un alumnado en régimen de internado. Y ello unido a la particularidad de los planes de estudios impartidos en el centro así como la diversidad de edades de los alumnos, motivo la distribución de estos en seis colegios residencias cuyos nombres eran netamente cordobeses: San Rafael, Juan de Mena, Gran Capitán; Luís de Góngora, San Alberto y San Álvaro.

En cada Colegio Residencia, en donde los alumnos convivían, había un Director, asistido por varios educadores, todos ellos Padres Dominicos, acudiendo los profesores a cada colegio para dar sus clases. Esto en una primera fase

A partir del curso 1972 -1973 se hizo pública una convocatoria de becas, en régimen de externado y transportes gratuito, con destino a muchachos con domicilio en distintas localidades de la provincia de Córdoba, que por su distancia al Centro permitía el traslado diario al mismo. Villafranca de Córdoba, El Carpio, Pedro Abab, Espejo, Almodovar del Río y Posadas, pueblos carentes en aquellos años, de Institutos y Centros de Formación Profesional, tuvieron así acceso a estudios medios y profesionales, alcanzando un buen número de ellos estudios universitarios.

El sello de la formación humana del alumnado y de su solera atlética

Antes que trabajadores, hombres. Uno de los matices más propios de la Universidad Laboral fue el cuidado en todo lo que hacía referencia a la formación humana del alumnado. Se pronunciaban numerosas conferencias tanto por el profesorado del Centro como por personas invitadas del mundo de las letras, las ciencias, el arte, la política y la moral. Las exposiciones de los diferentes colegios residencias eran nota destacada.

Entre las actividades culturales debemos señalar: Seminarios de Estudios Sociales y Políticos, clubs de radio, periodismo y arte; orfeón y tuna universitaria, cine clubs y cine forum; actividades interpretativas – Dintel, de teatro leído; la edición semanal de fichas cinematográficas; historia del cine etc. Estos y otros aspectos llenaban las “horas de ocio” de la juventud estudiosa de la Universidad Laboral

Su solera atlética fue reafirmada por triunfos conseguidos en competiciones tanto nacionales como internacionales, con medallas de oro en atletismo, de plata en gimnasia, recordman de España en lanzamiento de disco etc. Galardones conseguidos por una constante preparación física científicamente controlada por los profesores de educación física

La Universidad Laboral de Córdoba y su proyección al exterior

El Servicio de Extensión Cultural cuya misión especifica era difundir en un ámbito lo más extenso posible, la inquietud por la cultura y la formación profesional, tuvo a su cargo una intensa labor cuyas manifestaciones mas significativas fueron:

La cátedra ambulante 1958 a 1962. Profesores seglares y dominicos desarrollaban una serie de temas de interés para los ambientes visitados, llevando la inquietud y la compresión de que la cultura debe ser patrimonio de todos. En tal sentido se visito numerosos pueblos de la provincia: Cabra, Puente Geníl, Montoro, Cañete de las Torres, Bujalance, Algallarin, Fuenteobejuna, Castro del Rio y Almodovar del Rio. Se desplazaban también grupos de alumnos con polifonía, rondalla y obras de teatro, así como proyección de películas de la cinemateca nacional

Cursos de perfeccionamiento profesional en la industria y en el campo cordobés En la década de los años 1960 – 1970, profesores de teoría y de prácticas del Departamento de Tecnología y Talleres del centro impartieron numerosos cursos para personal trabajador y mandos intermedios de empresas.

En dicha acción formativa participaron industrias cordobesas como Galerías Preciados, Cerámica andaluza, Cepamsa, Asland, Moreno S.A, Cenemesa, Cooperativa industrial de automóviles y tractores de Córdoba y La Cordobesa S.A.

El programa de formación profesional abarcaba al personal de distintas secciones, teniendo a su cargo las enseñanzas de soldadura, electricidad y calderería, maestros de taller de la propia Universidad Laboral. También se trataban temas culturales, sociales y laborales

Asimismo profesores del Departamento de Técnica Agropecuaria de la Universidad Laboral, en colaboración con la Cámara Oficial Sindical Agraria, desarrollaron cursos sobre Mejora Ganadera, Alimentación del Ganado y Maquinaria Agrícola, en distintas Hermandades Locales de Labradores y Ganaderos de la provincia de Córdoba en los años 1963 a 1965.

Cabe también destacar la celebración en 1963, de la primera demostración agrícola como preludio de la gran feria exposición de carácter agropecuario que Córdoba necesitaba. En el recinto de la Universidad Laboral se dieron cita las casas comerciales más representativas relacionadas con el sector agrario.

Del 1 de Junio al 3 de Octubre de 1964, la Universidad Laboral organizó el primer curso regional de tractoristas con la participación de 200 trabajadores agrícolas de la campiña cordobesa, que utilizaron los colegios residencias y toda la infraestructura docente del Centro durante dos meses de verano.

En otro orden de cosas destacar las publicaciones que la Universidad Laboral, como institución editó a lo largo de la década de los años sesenta, como la revista Spira; los Anales de la Universidad Laboral de Córdoba; y la revista Vínculo, siendo esta última, un órgano de enlace entre las distintas promociones de estudiantes laborales y de información de oportunidades de colocación en empresas españolas. También los Colegios Residencias tenían sus propias revistas en las que colaboraban los alumnos, sin olvidar la revista Arete del Departamento de Educación Física.

Y por último la emisión radiofónica semanal Mundo del Trabajo difundida por numerosas emisoras de radio provinciales y que en el año 1962 fue galardonada con el premio Ondas de la Cadena Ser, al mejor programa cultural de España, así como con el Premio Nacional de Radiodifusión que compartió con el programa Mundo Agrícola de Radio Nacional de España

La Universidad Laboral y su aportación a la Universidad de Córdoba

La Universidad Laboral participo en la década de los años 1960 – 1970, en iniciativas de creación de centros de estudios superiores en Córdoba con antelación al reconocimiento y desarrollo de su propia Universidad, en 1972.

Destacamos en este sentido la existencia en los contenidos docentes de la Universidad Laboral desde el año 1962, de estudios de peritos industriales que con el tiempo fueron atendidos en su Escuela Universitaria adscrita a la Universidad de Córdoba -1973 - y después, integrada a la misma -1989 – Veintisiete promociones de Ingenieros técnicos fueron formados en sus aulas.

En 1964 la Universidad Laboral hizo las oportunas gestiones con la Escuela Social de Granada, integrada en la Facultad de Derecho, para crear en Córdoba un Seminario de Graduados Sociales, profesión hasta entonces desconocida en la ciudad. En él se formaron veinticinco promociones. Con posterioridad el Seminario fue Escuela Universitaria de Relaciones Laborales quedando integrada en la Universidad de Córdoba

La Universidad Laboral puso también en funcionamiento, en régimen de extensión universitaria de las Facultades de de Derecho de Sevilla y de Ciencias Económicas de Málaga, un centro de estudios superiores en aulas cedidas al efecto por la Facultad de Veterinaria de Córdoba entre los años 1967 – 1971, con anterioridad a que Córdoba tuviese su propia Universidad. En dicho centro se impartió los estudios de Derecho y Ciencias Económicas Con posterioridad se creo en Córdoba el Colegio Universitario de Derecho en el curso 1973 – 74, hasta que en 1980 se instituyó la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba

Por último, a principios de 1977 el Ministerio de Trabajo firmo un convenio con la Universidad Nacional de Educación a Distancia – UNED – creándose en la Universidad Laboral de Córdoba un Centro Asociado a la misma. A su profesorado le fue encomendada las tutorías de las asignaturas de las numerosas licenciaturas atendidas.

En definitiva, la Universidad Laboral de Córdoba, contribuyó a la formación de miles de profesionales, que todavía, en la actualidad, muchos de ellos desarrollan tareas de responsabilidad en la sociedad del siglo XXI

En una segunda parte de este estudio vamos a dejar constancia de las cuatro etapas que configuraron el proceso de adaptación al cambio de las Universidades Laborales en general y la de Córdoba, en particular

Una primera etapa la podemos situar entre los años 1977 y 1978. Una vez creado el Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, por Real Decreto de 4 Junio de 1977, se hizo público el Real Decreto – Ley 36/1978 que configuraba un nuevo modelo de seguridad social, reintegrándose al Estado una serie de funciones que, habiendo sido asumidas en el pasado por la seguridad social, no eran propias de la misma. Esto provoco que las competencias en materia de educación del Ministerio de Trabajo, en donde estaba integrado el sistema de Universidades Laborales, con el apoyo financiero de las Mutualidades Laborales, pasasen al Ministerio de Sanidad y Seguridad Social. Pero esta nueva dependencia ministerial, fue más una necesidad de regulación administrativa y financiera, como consecuencia de la reforma de la gestión institucional de la seguridad social, que docente

Una segunda etapa tiene sus comienzos en 1979 y finaliza en 1982. Las Universidades Laborales, eran instituciones que ofrecían servicios educativos de carácter público, con recursos humanos y técnicos, así como prestaciones sociales de considerable importancia, resolviendo el problema de la dicotomía existente entre estudio y trabajo consecuencia directa de la doble opción entre el bachillerato y la formación profesional. El modelo de integración de estas dos modalidades de estudio elaborado por los servicios técnico-docentes de Universidades Laborales a través de la interacción entre los cuerpos docentes de los distintos niveles de enseñanza, eran habituales en las universidades laborales.

Estas consideraciones, hicieron tomar la decisión del mantenimiento de las Universidades Laborales con su estructura y funcionamiento y que se integrasen en el Ministerio de Educación y Ciencia como un organismo autónomo dependiente del mismo. En este sentido el Real Decreto 2049/1978, de 14 de Agosto dispuso la extinción del Servicio de Universidades Laborales y la creación simultanea de un organismo autónomo, el denominado Instituto Nacional de Enseñanzas Integradas, adscrito al Ministerio de Educación, a través de la subsecretaria del departamento. Su misión habría de consistir en recoger la valiosa experiencia docente y metodológica de aquellos centros docentes que se incorporaban al sistema educativo español bajo el concepto y régimen de enseñanzas integradas. Quedaba extinguida la personalidad jurídica de las Universidades Laborales, recibiendo un nuevo nombre: Centros de Enseñanzas Integradas

Dicho Instituto asumió las competencias anteriormente atribuidas al servicio de Universidades Laborales en lo que se refería al desarrollo de las enseñanzas regladas correspondientes a los diversos niveles educativos que se impartían en las Universidades Laborales; a las enseñanzas no regladas de las mismas orientadas a la especialización y perfeccionamiento para el trabajo; a la regulación del régimen becario; órganos de gobierno, quedando suprimido el cargo de rector de la Universidad Laboral, sustituido por un director. Mas adelante desaparecido dicho Instituto, en el organigrama del Ministerio de Educación, se creo en la Dirección General de Enseñanzas Medias, una Subdirección General de Centros de Enseñanzas Integradas

La tercera etapa de la adaptación al cambio entre los años 1983 – 1988, comienza con el Real Decreto 3936/1982, de 29 de diciembre, que regula las transferencias en materia de enseñanza no universitaria, desde el Estado a la Comunidad autónoma de Andalucía en los términos contemplados en su Estatuto de Autonomía. Los Centros de Enseñanzas Integradas de Almería, Córdoba, Málaga y Sevilla, pasaron a depender de la Junta de Andalucía, traspasándose los correspondientes servicios, instituciones, medios personales, materiales y presupuestarios con efectos de 1 de Enero de 1983.

Teniendo en cuenta la complejidad organizativa de los Centros de Enseñanzas Integradas, así como el elevado número de alumnos y funcionarios, se hizo necesario una reorganización funcional y académica, así como una regulación de sus correspondientes órganos de gobierno.

En el Centro de Enseñanzas Integradas de Córdoba, se cursaba la formación profesional, el bachillerato y los estudios de Ingeniería Técnica en la Escuela Universitaria no estatal adscrita a la Universidad de Córdoba. Pero siguió conservando la unidad de centro bajo un solo director y jefe de estudios. Disminuye progresivamente el internado y se incrementa el número de alumnos externos.

La cuarta etapa de la adaptación al cambio tiene lugar a partir del año 1988. Por Decreto 101/1988, de 10 de marzo, se crean los Complejos Educativos Integrados de Almería, Córdoba, Málaga y Sevilla por transformación de los Centros de Enseñanzas Integradas existentes en las mismas provincias y se fija su estructura, organización y funcionamiento

En concreto el Complejo Educativo Integrado de Córdoba quedó constituido de la siguiente manera: un Instituto de Enseñanza Secundaria de Bachillerato y Formación Profesional; un Instituto de Bachillerato; Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial; un Centro residencial; un área funcional de servicios administrativos y de asistencia y mantenimiento.

Consecuentemente se pusieron en funcionamiento dos Institutos de Enseñanzas Secundaria en los términos contemplados en L0GSE, que atendían los estudios de bachillerato y formación profesional, manteniéndose adscrita a la Universidad de Córdoba, su Escuela de Ingeniería técnica. Se rompe así la unidad de centro desde el punto de vista docente, con dos directores, uno para cada Instituto, con sus correspondientes Jefes de Estudios, aunque compartiendo profesorado.

Al final de la década de 1990, los dos Institutos del Complejo Educativo Integrado, Alhaken II y Gran Capitán, se trasladaron a dos nuevos edificios construidos en Ciudad Jardín y Levante, barrios de la capital; y su Escuela Universitaria dejo de estar adscrita a la Universidad de Córdoba para integrase en ella

Y aquí terminó la historia, aunque es obligado, dejar constancia como anexo, una cuarta etapa. A partir de1990, de manera progresiva y sin interferir las actividades docentes normales del Complejo Educativo Integrado, se iniciaron las obras de adaptación de la infraestructura de la antigua Universidad Laboral, a las necesidades del Campus Universitario Rabanales, uno de los tres con los que cuenta en la actualidad, la Universidad de Córdoba y que abarca el área científica, tecnológica y agroalimentaria.

Las instalaciones docentes y deportivas del recinto Rabanales cuenta con 96.000 metros construidos en un extensión de 478.000 Dispone de modernas instalaciones dotadas de últimas tecnologías que hacen de la Universidad de Córdoba una de las mejores equipadas de Europa.

La filosofía del campus universitario fue la de un gran aulario para las enseñanzas del primer ciclo de todas las Facultades del mismo. En las cruces o colegios residencias de la antigua universidad laboral se ubicaron los distintos departamentos. El paraninfo a su vez se habilito para los cargos directivos de los distintos centros del campus y el uso del comedor como biblioteca. Se rehabilitaron también sus instalaciones deportivas entre ellas la piscina cubierta

El Campus universitario Rabanales con sus edificaciones, dan cabida a las más avanzadas infraestructuras para la investigación y docencia tales como el mencionado aulario; Facultad de Veterinaria con su hospital clínico, único en España y el centro experimental andaluz de salud animal; la Facultad de Ciencias; la Escuela politécnica superior; y la Escuela Técnica superior de ingenieros agrónomos y de montes

Su biblioteca central; las modernas instalaciones deportivas; residencia de estudiantes; y la estación de ferrocarril, completan los servicios generales de este campus, a los que hay que sumar en la actualidad la construcción de un parque tecnológico de I+ D

Como colofón, la inauguración del curso 1997 -1998 de las Universidades a nivel del Estado español. tuvo lugar en este mismo Salón de Actos Juan XXIII, del Campos Rabanales, el 24 de Septiembre de 1997, presidido por SM los Reyes.

El sueño para los universitarios se había hecho realidad y hoy día Córdoba cuenta con unas instalaciones de las que nos sentimos orgullosos también nosotros, los antiguos laborales y los que durante años prestamos servicio a la Universidad Laboral, en la segunda mitad del siglo XX, en favor de una juventud que recibió el apoyo económico, formativo y humano, dentro de un contexto social impulsor de oportunidades formativas y de contribución al desarrollo económico del país.


*Con nuestro agradecimiento al P. Candido Aníz Iriarte O.P ex rector del centro y a los ex profesores Basilio Fernández Iglesia y Ricardo Veroz Herradón, por el material aportado.