lunes, 23 de marzo de 2015

LA VENTANA DEL MAYOR (211)

LA VIVIENDA CONVERTIDA EN PENSIÓN

La vivienda propia puede convertirse en una pensión. Hoy existen fórmulas para transformar el ladrillo en dinero y, en algunos casos, sin necesidad de salir de casa y si perder su propiedad   La mayoría de los españoles ha invertido en su vivienda el ahorro de toda una vida y subsiste con una pensión que a veces no alcanza. Para todos ellos, existen las alternativas para sacar rendimiento a la vivienda y, en algunos casos, respetan el arraigado deseo de los españoles por continuar viviendo en la misma casa que siempre han ocupado, e, incluso, el anhelo de no privar a los hijos de la herencia. No obstante, conviene saber que hablamos de un negocio financiero. Por lo tanto, no se trata de una actividad desinteresada o sin lucro económico por parte de bancos o cajas, sino de un negocio que habrá de interesar a las dos partes. 

Hay productos financieros que permiten transformar los activos inmobiliarios en rentas. Fórmulas y negocios que pueden facilitar a las personas mayores una renta adicional, como es el caso de la denominada “hipoteca inversa”, "vivienda pensión", "hipoteca pensión" o la "cesión para alquiler" de la vivienda a una tercera entidad 

La “hipoteca inversa” es un tipo de operación, que en el mundo anglosajón tiene una muy buena introducción y que en nuestro país está teniendo un cierto despegue. Realmente, una hipoteca inversa es un crédito con garantía inmobiliaria, es decir, un negocio por el cual una persona que posee un inmueble recibe cada mes una renta determinada por varios factores. Al fallecimiento del propietario, los herederos deberán hacer frente al pago del préstamo o si no la entidad procederá a ejecutar la garantía, lo que puede traducirse en la venta del inmueble para satisfacer la deuda, entregando a los herederos el dinero restante de la venta, si lo hubiere. 

La “vivienda pensión” consiste en un seguro de vida - ahorro que permite al titular de la vivienda transmitir la propiedad de su inmueble a cambio de una renta, pero reservándose su uso y disfrute (usufructo) mientras viva. 

El antiguo propietario  obtendrá una pensión complementaria durante el resto de su vida y , además, no tendrá que correr con cargas ni gastos de la vivienda (IBI, comunidad seguros etc.) aunque parte de la renta tendrá que destinarla a pagar el alquiler de la vivienda de la que antes era propietario y ahora usufructuario

La  “hipoteca pensión” trata de suscribir un crédito hipotecario sobre su vivienda. Con el dinero obtenido se contrata una pensión vitalicia que aportará una cantidad suficiente para mejorar la calidad de vida y hacer frente a los intereses de la hipoteca Con este sistema se mantiene la propiedad de la casa, y por tanto se aprovecha su mayor valor en el marcado de forma que en esta caso podrá aumentar la hipoteca para constituir una nueva pensión vitalicia El mantenimiento de la propiedad nos permitirá dejar en herencia  la vivienda




Y por último la  “cesión para alquiler”. Esta forma indicada especialmente cuando el propietario de una vivienda pasa a habitar en una residencia de mayores, o apartamento tutelado Para financiar estos recursos el propietario cede la vivienda a una entidad que se encargará de su alquiler y que le garantizara el pago de ciertos ingresos al propietario. En esta operación el propietario no pierde la propiedad de la vivienda ni añade cargas

domingo, 15 de marzo de 2015

LA VENTANA DEL MAYOR (210)

APORTACIONES DE LOS MAYORES A LA ECONOMÍA

Aunque, por lo general se  percibe a las personas mayores como receptoras de ayuda, cuidados y apoyo, no hay que olvidar su faceta como donantes de su tiempo, energía, conocimientos, apoyo afectivo, material y económico a la familia y a la sociedad. De hecho, nuestros mayores son grandes responsables de la conciliación de la vida profesional y familiar.  Por ello, de entre todos los actores del entorno económico es muy importante destacar el papel relevante que está tomando el colectivo de personas mayores no sólo por su número, con perspectiva de seguir aumentando en la medida en que está alargándose la expectativa y la calidad de vida, sino por la mayor cultura financiera de este grupo de edad, que le hace tener más protagonismo económico y un peso específico, sin duda, relevante.  Tienen recursos económicos consolidados, capacidad, conocimientos y, sobre todo, una madurez que el entorno necesita.  Este colectivo es, de todos, el que más tasa de ahorro mantiene. Esto se debe a la estabilidad que, tanto en el ámbito laboral como en el personal, se alcanza al llegar a esa posición vital.  Ya se han terminado de pagar los compromisos básicos que la mayoría de las personas nos imponemos, como la vivienda, lo que redunda en esa mayor tasa de ahorro, que unido a una gran estabilidad de los ingresos les posiciona como uno de los objetivos más apetecibles para el sistema financiero como depositantes

Según SENDA SENIOR, si   el principal reto es que esta etapa de la vida es que transcurra con la máxima calidad posible se necesita encontrar respuestas a las innumerables necesidades del colectivo, que lo sitúan como gran demandante de servicios, que no se limitan a la atención institucional o en el hogar, sino que abarcan un amplísimo abanico que va desde el ocio o la formación hasta los servicios financieros. Y que les convierte en un colectivo social de referencia y en grandes generadores de actividad económica". Esa condición de "grandes generadores de actividad económica", incluye todos los aspectos del espectro económico, pues a la condición de grandes ahorradores y, por tanto, grandes depositantes en las entidades financieras, se une su buena capacidad de gasto como consecuencia de la anterior circunstancia

Asimismo, también deberíamos valorar la gran aportación que este colectivo hace a la economía global gracias a su colaboración en funciones de asesoramiento, tanto al sector económico propiamente dicho como a pymes y negocios particulares donde su experiencia y madurez son a veces relevantes. 

En particular, es fácil encontrar personas prejubiladas o en fase de finalización de sus actividades laborales en funciones de formación en diversos campos, lo que sin duda es una valiosísima aportación al mejor desarrollo de personas en fase de crecimiento profesional. Fijémonos en campos como el Derecho, la Medicina o la enseñanza, donde sería un desastre no poder canalizar en provecho de la actividad profesional y, consecuentemente, de la propia economía nacional, toda la acumulación de experiencias y de conocimientos de este importante colectivo. 

domingo, 8 de marzo de 2015

LA VENTANA DEL MAYOR (209)

LA RISA NO  TIENE EDAD

Se comienza a envejecer cuando se deja de reír.  Cuando nos reímos tenemos una profunda sensación de bienestar y  repercute en nuestra salud de forma muy positiva Las personas más sanas son las más optimistas y las que ríen más. Esa risa que trajimos como bagaje al nacer, que desarrollamos durante la infancia y que luego fuimos perdiendo debido a las normas sociales. La risa tiene el efecto de liberar tensiones, bloqueos y modificar el estado de ánimo, habitualmente estresado debido a las demandas de la sociedad. Conviene a las personas mayores, reír mucho porque mejora sensiblemente su calidad de vida y ayuda a ser más felices y a mantener un buen equilibrio físico y psíquico, a conseguir una gran serenidad de espíritu, a reducir la ansiedad, el estrés, la depresión y a aumentar la creatividad y el optimismo. En consecuencia, tenemos que reír mucho para vivir mucho y bien.

Ya en China, los taoístas enseñaban que una simple sonrisa aseguraba la salud, la felicidad y la longevidad: pensaban que la salud de una persona era proporcional a las veces que se reía durante el día. Incluso en la Edad Media uno de los momentos más importantes era la actuación de los bufones durante las comidas con el fin de producir hilaridad en los comensales, con lo que se lograba una mejor digestión;  y  Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar nuestro organismo de energía negativa, lo que nos permitiría vivir mejor.

Aunque no puede considerarse por sí misma una terapi ya que no cura, en ciertos casos logra efectos muy positivos. En los talleres de risoterapia, se está tratando de llegar mas allá de la risa fisiológica y las carcajadas, a lo más profundo de s emociones, una vez que se rompe el hielo dejan de lado los prejuicios y el sentido del ridículo. Las personas mayores,  esta terapia realizada en compañía le aporta optimismo y ganas de vivir, lo que sin duda mejora su salud en general.  Con el humor, los mayores ponen en movimiento todas las emociones y no se quedan indiferentes. Se trata de encontrar el niño interior, el juguetón, el creativo, el que nos quite la venda y nos devuelva el sentido del humor, la sonrisa, la risa. 

Gracias a la risa hacemos ejercicio físico ya que ponemos en marcha unos 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se ejercitan con la risa: relajamos los músculos, con un importante descenso del tono muscular;  el gran músculo llamado diafragma que separa las cavidades abdominal y pectoral, y tiene una importante misión en la función respiratoria, se ve implicado activamente cuando reímos: estudios revelan la profunda relación de la risa con los estados fisiológicos del organismos; limpiamos nuestros ojos: las carcajadas hacen vibrar la cabeza, despejan la nariz y el oído y activan nuestras glándulas lagrimales; oxigenamos nuestros pulmones: entra el doble de aire en los pulmones y la piel se oxigena más: nos ayuda a estar más felices: ayuda a un buen equilibrio psíquico de la persona. Provoca gran serenidad, reduce la ansiedad, el estrés y aumenta la creatividad.  En definitiva, la risa es una forma de crear un espacio para conectarse mejor con uno mismo y con los demás y vivir el presente de la forma más plena, mejorando la calidad de vida de las personas mayores.

domingo, 1 de marzo de 2015

LA VENTANA DEL MAYOR (208)

                               FACETAS DE LA VEJEZ
                  
Cuando vivimos en la flor de nuestra juventud o disfrutamos de las mieles de la adultez serena y madura, no reparamos en la  cantidad de problemas técnicos, administrativos y sociales a los que  se enfrenta una persona mayor. El ingreso voluntario o involuntario en una residencia geriátrica, la realización de un testamento vital, la organización de las directrices anticipadas sobre el patrimonio o la familia, la designación de un tutor legal en caso de incapacidad, la subrogación de decisiones, la  pérdida de intimidad, la exclusión laboral, el uso del sistema sanitario, la pensión….lleva consigo que el hecho de envejecer puede convertirse en una pesada carga burocrática, no estando la sociedad preparada para facilitar la tarea a los millones de ciudadanos que deben realizarla. 

Por otro lado, el triunfo de la vejez sobre la enfermedad gracias a los últimos avances médicos, ha favorecido la presencia de una nueva masa social compuesta por personas mayores sanas, vigorosas deseosas de participar en la actividad social,  conscientes de su peso político, consumidoras y reivindicativas, Ante el  surgimiento de este nuevo grupo de población integrado por las personas mayores, los políticos intuyen que en él existe un interesante depósito de votos, pero saben como explotarlo. Los nuevos mayores han empezado a organizarse de manera espontánea a la espera de que alguien repare en su importancia.

Como consumidores los ciudadanos maduros han encontrado un lugar en los países más desarrollados. Revistas, productos cosméticos, viajes, ocio, inmobiliarias y otros  sectores han decidido dedicarse a cautivar a los mayores de 65 años. Con eso, según los expertos en marketing, se ha producido una curiosas competencia entre el culto a la figura joven y el deseo de no incomodar a la madura. ¿Será esta competencia el motor de un nuevo cambio social que estimule un mayor respeto hacia el papel de las personas mayores en la sociedad? .