III CONGRESO ESTATAL DE LAS PERSONAS MAYORES
En Mayo de 2009 se celebro en Madrid el III Congreso Estatal de las Personas Mayores, con el lema: Una sociedad de todos y para todos.
Las personas mayores han optado por ser visibles en la sociedad y por trabajar unidas por el reconocimiento de su dignidad como personas y como ciudadanos. Una dignidad que lleva aparejado respeto y derechos y que debe ser reconocido por el resto de la sociedad para dotarles de eficacia real. Hay que arrinconar los viejos tópicos trasnochados que durante años se han adjudicado a las personas mayores. Tópicos paternalistas que recurrían siempre a la sublimación de la experiencia, pero sin habilitar cauces que permitieran a las personas mayores plasmarlas.
A continuación vamos a dejar constancia de un resumen de las conclusiones de las tres ponencias que fueron estudiadas y debatidas en dicho Congreso sobre: Envejecimiento y participación; Igualdad de oportunidades; y Relaciones intergeneracionales
Considerar la participación de las personas mayores en todas las cuestiones que les afecten directa o indirectamente, como un eje fundamental del desarrollo de su personalidad.
Por ello es imprescindible abrir cauces a la iniciativa personal y colectiva de las mismas. Solo las personas mayores son las que deben decidir lo que convienen a sus intereses, eliminando todo los factores excluyentes o discriminatorios que aparezcan en contra de este sector
En este sentido han de participar en la toma de decisiones en las políticas relacionadas con los servicios sociales, y reclamar la presencia activa en la política, especialmente en la vida municipal.
Las personas mayores se sienten participes en alguna medida, de los avances tecnológicos y de los cambios favorables experimentados por la sociedad. Adopción de medidas que faciliten su acceso a Internet.
Los hábitos saludables ejercen una influencia decisiva en la prolongación de la vida.
Es indispensable establecer en la enseñanza infantil, primaria y secundaria, programas educativos que enaltezcan los valores intrínsecos de la vejez y su rol en la sociedad.
Las personas mayores son creadores de riqueza y rechazan categóricamente que constituyan una carga para la sociedad. Realizan una labor de estabilidad y sostenimiento de muchas familias.
Es imprescindible un movimiento asociativo fuerte para posicionarse con un mayor grado de influencia ante los poderes públicos, demandándose de los medios de comunicación, una mayor atención para las personas mayores y las actividades de sus organizaciones representativas.
Garantizar un registro eficaz del documento de voluntades anticipadas o testamento vital; y crear el marco legal necesario para que todas las personas tengan el derecho a una muerte digna en plena libertad
Se ha de evitar el edadismo, es decir, tener solo en cuenta la edad cronológica para definir la vejez, porque es un estereotipo que influye negativamente tanto en el trato que se da a las personas mayores como en la propia actuación de estas.
La necesidad de una formación permanente a lo largo de la vida en todas sus dimensiones; y que nuestra participación en la vida pública corresponda y sea proporcional a nuestra importancia cuantitativa. Y que nuestra participación en la sociedad se haga visible.
Dedicar los recursos necesarios para el desarrollo de la Ley de Autonomía Personal y de atención a la dependencia; y que se tengan en cuenta las relaciones de genero en la vejez y se muestre la heterogeneidad del proceso del envejecimiento de hombres y mujeres
Las relaciones intergeneracionales se dan entre miembros de distintas generaciones, que siendo interdependientes, interaccionan entre ellas. Hay que resaltar la importancia de fomentar la solidaridad entre generaciones y desarrollar nuevas formas de solidaridad intergeneracional.
Potenciar estas relaciones produce beneficios a todas las generaciones implicadas e incide positivamente en cuestiones como el evitar el aislamiento, la soledad…. e incrementa las posibilidades de envejecimiento activo.
Asimismo es importante también tener en cuenta los aspectos interculturales que se entrecruzan en las cuestiones intergeneracionales.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, se ha de potenciar la formación de las personas en intergeneracionalidad, capaces de conseguir la puesta en marcha de programas que favorezcan la construcción de una auténtica sociedad para todas las edades.
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