jueves, 29 de abril de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR . (6)

DIALOGO INTERGENERACIONAL


El modo de relacionarse personas que pertenecen a distintas generaciones es básico para el buen funcionamiento de la sociedad. Cada generación, tiene cosas importantes que entregarle al otro, de manera que recíprocamente se nutran en este intercambio.

Las relaciones intergeneracionales son el pilar de las buenas relaciones sociales y la existencia de un estado armónico de comprensión y aceptación de todas las etapas de la vida humana

En la actualidad es mayor la distancia entre los jóvenes y las personas mayores, que la que antes existía entre un hombre del siglo XV y otro de siglo XVIII. Hoy en día se ha acentuado el cambio generacional, ya que los nacidos a finales de la década de los setenta y principio de la de los ochenta del siglo XX, han nacido con la era digital

La vida de los jóvenes se entiende a través de las nuevas tecnologías, y nada se concibe sin el ordenador y el móvil. Todo gira en torno a ellos. Sus aspectos de ocio y tiempo libre, e incluso su mundo emocional también se mueven gracias a las nuevas tecnología, el chats, foros etc. Muchas parejas se conocen por la red.

En otro orden de cosas, en muy poco tiempo, por ejemplo los jóvenes han visto como los matrimonios convencionales entre un hombre y una mujer, han dado paso a matrimonios entre personas del mismo sexo; la existencia de unidades familiares monoparenterales, es decir de uno solo de los progenitores, y parejas de hecho. Son unas relaciones totalmente novedosas e impensables tal como estaba planteada la sociedad española hace solo unas décadas

Además vivimos en una sociedad en la que ya no se dialoga. En las casas apenas se habla, y hay poca calidad humana y psicológica, y en nuestra sociedad el dialogo intergeneracional es una costumbre que lamentablemente se esta perdiendo.

Por ello el campo cultural de las personas mayores está en proceso de transformación debido a la incorporación de nuevos conceptos, derechos y deberes.

Esto implica la aparición de nuevos conflictos, la construcción y modificación de prácticas sociales y por ende de nuevos sentidos sociales.

Lo primero que hay que tener claro es, que no se trata de una imposición de criterios, sino de la voluntad de eliminar los roles y estereotipos con los que nos prejuzgamos unos a otros, los mayores a los jóvenes y los jóvenes a los mayores. Y para ello se ha de partir de una voluntad positiva de acercamiento, y de unos mismos valores éticos, evitando así posturas encontradas

Hay mucho que hacer todavía, en lo que se refiere al dialogo entre generaciones. Es mayor lo que queda por hacer, que lo que se ha conseguido.

Son más numerosas las cosas que nos separan que las que nos unen, pero se nota en las personas mayores el interés por comprender las novedades. Y en este sentido están realizando más esfuerzo que los jóvenes, intentando ponerse al mismo nivel que ellos.

La cuestión está en romper con las trincheras culturales y generacionales, y reconocer que hay que construir el mundo a partir de las diferencias

En la actualidad, la construcción de la identidad de la persona mayor no sólo esta siendo moldeada por él mismo y sus organizaciones, sino también por los conceptos que de ellos tienen los jóvenes, aceptando y confirmando, las cualidades intactas, la experiencia y sabiduría del mayor. Es bueno para la sociedad abandonar la segregación por generaciones, ya que dificulta la integración social

Los adultos mayores son poco tolerantes y motivadores, decaen muy rápido; en cambio los jóvenes son más alegres, más efusivos y utilizan mejor su creatividad. Pero también es cierto que los jóvenes valoran mucho la experiencia, les ayuda a conocer mejor la historia, y estiman mucho que les cuenten las cosas buenas y las cosas malas de la vida. Ambos grupos consideran al otro como muy solidario, muy comprometidos con sus acciones.

En uno de los versos escritos en 1914, de autor desconocido, titulado El Encuentro, se resalta la necesidad de un diálogo de los viejos con las generaciones nuevas, dispuestas, razonablemente, a desprenderse de lo viejo, colocando en su lugar lo nuevo. El viejo decía al joven:

¡Yo te arrancaré los ojos/ y los colocaré en lugar de los míos y tu me arrancarás los ojos/ y los colocarás en el lugar de los tuyos/ y yo te veré con tus ojos/ y tu me verás con mis ojos/ y nos encontraremos

No hay comentarios:

Publicar un comentario