domingo, 7 de abril de 2013

LA VENTANA DEL MAYOR (133)

Pensar con optimismo alarga la vejez


Como introducción al tema ponemos de relieve  una serie de frases que nos harán pensar.
El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.
Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario.
Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
La vejez existe cuando se empieza a decir: nunca me he sentido tan joven.
Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer.
La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo.

Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.
Una bella vejez es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida.
Muchas personas no cumplen los ochenta porque intentan durante demasiado tiempo quedarse en los cuarenta.
No ha de ser dichoso el joven, sino el viejo que ha vivido una hermosa vida.
 Todas estas frases  nos estimulan a pensar con optimismo en nuestra vejez, con una sonrisa aun frente a la adversidad. Hay personas mayores que siguen  igual de vitales. Cumplir años con optimismo es posible puesto que la clave de la felicidad reside en gran parte en la actitud mental. Ayuda a tener una vida más saludable. Otras  no pueden evitar  tristeza, depresivas, propensas a tener fallos a nivel orgánico que comprometen su salud. Cualquier persona debe de intentar en cualquier momento de la vida  hacer un esfuerzo por prestar atención a lo positivo en vez de a lo negativo. Por ejemplo, un enfermo que sufre ante una enfermedad puede pensar en el amor que recibe por parte de su familia como un verdadero regalo de esperanza y de generosidad. 


Las personas de edad avanzada con ideas y percepciones positivas sobre el periodo del envejecimiento suelen vivir una media de 7,5 años más que aquellas  que tienen una visión negativa sobre la etapa que están viviendo.
Suele considerarse normalmente que una persona “envejece bien” si tiene pocas dolencias o si sigue manteniendo más o menos sus facultades. No obstante, la felicidad en la vejez depende más de una actitud positiva que de la salud que se tenga. El optimismo ayuda a mejorar la salud física y mental y favorece el descenso de los índices de riesgo de enfermedades. Ayuda a vivir una vida más plena.
      Frases como       “no me detengo a pensar en lo que pasó o en lo que vendrá”. “sigo disfrutando cada día de mi vida sin pensar en la muerte”. “a pesar de mi edad, todavía estoy lleno de planes y proyectos”, demuestran  un perfil optimista ante la vejez.
     


      Hay quienes disfrutan la vejez con alegría, con una sonrisa en los labios. Están de buen humor,  son productivos en muchas actividades, crean, escriben, pintan, hacen negocios, son consejeros  etc. Eso permite ser optimistas. Se han superado los años de preparación en la juventud, los años de trabajo en la madurez, y ahora  toca disfrutar el estar vivos. Con esfuerzo se ha  logrado una familia, una profesión,  tener más tiempo libre, y disfrutar  de las maravillas que han surgido en el mundo desde que nacimos
        Y para terminar recuerde esto. Una persona positiva y creativa puede vivir una vida menos traumática y más relajada. Con una actitud positiva las dificultades se sobrellevan mejor. El optimismo ayuda a tener salud física y mental. El optimismo y la alegría embellecen. El optimismo es contagioso.  Tenga una actitud positiva hacia usted, su familia, sus amigos, su comunidad. Optimismo y vida saludable son claves para una buena vejez., El despertar cada mañana sonriendo a la vida, el mover el cuerpo, ejercitarlo para que no se oxide, y el tener cada día un anhelo, un proyecto, algo, que le dé sentido a tu vida. El optimismo es un deber.

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