lunes, 22 de agosto de 2011

LA VENTANA DEL MAYOR (74)


Relaciones padres mayores - hijos adultos (y II)

Establecer y mantener relaciones saludables entre padres e hijos es imprescindible en cualquier edad y etapa de la vida. Hoy brindamos algunas sugerencias para poder hacerlo cuando los hijos ya son adultos.

Le ofrecemos algunas sugerencias para la construcción y el mantenimiento de lazos sanos, entre los hijos adultos y sus padres mayores:

• Sea honesto. Acepte a tiempo sus errores y dudas. Los miedos, las dudas sobre uno mismo, las culpas, y otro tipo de sensaciones nos privan de entender a los otros y de cambiar nuestro comportamiento.


• Sea comunicativo. Escuche e intente entender las experiencias de la otra persona. Comparta sus propias expectativas, sensaciones, esperanzas, y preocupaciones.


• Acepte otros sentimientos y creencias. Reconozca que los sentimientos y las creencias de los hijos adultos y de los padres mayores son verdaderas para cada uno de ellos. Todos merecen el derecho de tener sus propias opiniones, incluso si son diferentes a la del otro.


• Respétense el uno al otro. El respeto trae más respeto, y reconoce la individualidad.


• ¡Déjelo ser!. Reconozca que cada generación toma decisiones distintas, y debe sufrir o disfrutar por sus consecuencias. No prohíba a la otra generación la oportunidad de aprender de cada situación.


• No tome toda la culpa o el crédito. Cada generación tiene experiencias únicas.


• Elija para su propio bien. Cualquier decisión que tome, debe ser en base a su propia determinación (aunque escuchando los consejos del otro). De esta forma, en caso de fallar, no cargará las culpas de su resentimiento a la otra persona, y podrá continuar manteniendo una buena relación.

• Sea flexible. Tome la decisión de construir y de mantener una relación sana entre las diferentes generaciones de su familia.
Las relaciones entre los hijos adultos y sus padres continúan a través de toda la vida, hasta el último momento. Estas relaciones están desafiadas no sólo por el incremento en las expectativas de vida, sino también por las diversas transiciones en la existencia, tales como cambios en residencia, trabajo, salud, matrimonio, divorcio, y nupcias.

Construir y mantener lazos intergeneracionales sanos, puede dar a las personas y sus familias la posibilidad de acceder a un mayor conocimiento, respeto, y aprecio entre los unos y los otros.

Las habilidades para entender las diversas necesidades, proporcionan también una importante herencia a las generaciones futuras, que también tendrán que ocuparse de las transiciones y de las tensiones de la vida.

Terminamos poniendo de relieve como anécdota que China, un país donde durante milenios los más mayores en las familias eran venerados por tradiciones religiosas, prepara una reforma legal que podría castigar a los hijos adultos que no visiten a sus padres ancianos, según informa el oficial 'China Daily'.

La introducción de este delito se estudiará en la reforma de la Ley de Protección de los Derechos e Intereses de los Ancianos, creada en 1996.

La reforma de la ley, de aprobarse, señala en uno de sus epígrafes que "los familiares no han de ignorar o aislar a los mayores, y deben visitarlos frecuentemente si no viven bajo el mismo techo", ofreciendo la posibilidad de llevar casos ante los tribunales si no se respeta esta obligación.
El cambio legal es importante en un país donde, debido a la política del hijo único, el porcentaje de personas de la tercera edad es cada vez mayor, un envejecimiento demográfico que amenaza con causar problemas económicos al gigante asiático.

Según cifras de 2009, en China hay 167 millones de personas mayores de 60 años, muchas de ellas viviendo solas, en un país donde los asilos para ancianos son escasos. En China, donde el sistema de seguridad social cubre a sólo una pequeña parte de la población y no hay una red de asistencia social, la reforma de la ley podría intentar cubrir estas carencias, según 'China Daily'.

No obstante, señala el rotativo, también simbolizará un esfuerzo para restaurar los valores familiares en la sociedad china, que ha pasado de una tradicional veneración de los más mayores, por la herencia del confucionismo, al olvido a muchos de ellos, debido a una sociedad más individualista y materialista.

* Fuente: www.enplenitud.com

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