lunes, 25 de mayo de 2015

LA VENTANA DEL MAYOR (219)

LA EDAD NO ES UN ENFERMEDAD  (I de III)

Los problemas de pérdida de salud aparecen siempre muy ligados al hecho del envejecimiento, hasta el punto de que una idea muy repetida es considerar la vejez como una enfermedad en sentido estricto. Un mensaje absolutamente falso. Erradicar este concepto, que en sí mismo conlleva un elemento de discriminación y una llamada a la resignación, supone un reto para todos


La definición de salud como la “situación óptima de bienestar físico, psíquico y social”,  no establece diferencias en relación con la edad. A estos elementos se debe añadir, como otra característica esencial, el concepto de protección de la salud, algo que en las sociedades desarrolladas representa un derecho fundamental sobre todo de los ciudadanos durante la tercera edad

Los problemas relacionados con la salud son la principal preocupación de la persona mayor. Esto es así tanto en España como en cualquiera de los países de nuestro entorno. 


En la persona mayor los problemas de salud se asocian casi siempre con problemas sociales (soledad, pobreza, dependencia, etc.)  Un estado favorable de salud, unas condiciones de vida sanas, contribuyen  a favorecer la vida independiente de las personas en general, y más en concreto de las personas mayores. Por el contrario, cuando las enfermedades son frecuentes y sobre todo crónicas, cuando hacen su presencia enfermedades degenerativas de difícil curación y tratamiento, cuando se acentúan las necesidades de atención sociosanitaria, la dependencia de las personas mayores va aumentando progresivamente. 

La situación funcional física, mental y social es el principal escaparate donde se manifiestan las alteraciones de salud de las personas mayores. Hasta algo más de un tercio de la población mayor de 65 años requiere apoyos para alguna actividad básica de la vida diaria, según datos del INE  El envejecimiento determina cambios en el organismo, condicionados por la genética  y por las secuelas de las enfermedades y estilos de vida previos, que van a condicionar una pérdida progresiva de las reservas orgánicas del individuo.  Esos cambios paulatinos en el organismo y la subsiguiente aparición de enfermedades preocupan hondamente a las personas mayores.


Las alteraciones de salud más frecuentes en la persona mayor son las que tienen que ver con el aparato cardiovascular (hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica y arritmias), con el osteoarticular (osteoporosis, artrosis y fracturas de cadera principalmente), las enfermedades neurodegenerativas (demencia, Parkinson), la diabetes mellitus tipo 2, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y las pérdidas en los órganos de los sentidos y en la boca. También aumenta con la edad la incidencia de tumores malignos y la de infecciones Los problemas nutricionales son muy frecuentes y han recibido hasta ahora una atención muy escasa. 

También son víctimas frecuentes de lo que se conocen como “síndromes geriátricos”, situaciones varias más que enfermedades propiamente dichas, pero que se constituyen en problemas de salud Entre ellos se encuentran las caídas, la incontinencia urinaria o fecal, la inmovilidad, los cuadros confusionales, los trastornos del sueño, el estreñimiento y varios más. 


Desde una perspectiva poblacional las personas mayores son quienes consumen un mayor número de recursos sanitarios: ingresos hospitalarios con estancias más prolongadas y mayores dificultades para dar el alta, visitas a ambulatorios y centros de salud, o consumo de fármacos. También tienen mayor necesidad de apoyo social asociado en forma de cuidadores o de prestaciones de diverso tipo (teleasistencia, apoyo domiciliario médico o social, hospitales y centros de día, unidades de rehabilitación, etc.). Son también el sector con un peor cumplimiento terapéutico, debido tanto a factores directamente relacionados con el propio mayor (limitaciones sensoriales, pérdidas de memoria, desinterés, etc.) como con el sistema sanitario: escasa atención y desinterés de profesionales, discriminación de hecho, mal seguimiento, etc. (continuará) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario