jueves, 29 de julio de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR . (30)

OCIO ACTIVO PARA LAS PERSONAS MAYORES

Entre los principios de las Naciones Unidas podemos destacar que las personas mayores deberán:


a.- Tener acceso a programas educativos y de formación adecuados.

b.-Permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la formulación y la aplicación de las políticas que afecten directamente a su bienestar y poder compartir sus conocimientos y habilidades con las generaciones más jóvenes.

c.- Buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicio a la comunidad y de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus intereses y capacidades.

d.- Formar movimientos o asociaciones de personas de edad avanzada.

e.- Aprovechar las oportunidades para desarrollar plenamente su potencial.

f.- Tener acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos de la sociedad.


El envejecimiento bien llevado consiste en disfrutar haciendo lo que no se pudo, no se quiso o no se supo hacer antes de alcanzar la madurez

Envejecer no es sinónimo de enfermedad, demencia senil o ausencia de deseo sexual. Tampoco lo es de carencia de capacidad productiva o creativa ni de un estado de eterno cansancio que obliga a llevar una vida sedentaria.

Sin embargo, la sociedad todavía no ofrece suficientes propuestas para llenar los momentos de ocio de ese periodo de la vida y da la espalda a la realidad, a pesar de que dentro de 30 años la mitad de la población de este país estará jubilada o en vísperas de hacerlo. A esto se le añade el aumento de la esperanza de vida, situada en los 80 años, con lo que tras el retiro laboral quedan todavía muchos años en los que disfrutar con actividades distintas a cuidar de los nietos o pasear. Y aunque menos de las necesarias, cada vez son más las alternativas, al margen de las vacaciones en temporada baja, destinadas a esta franja de edad. Estudios universitarios, portales interactivos en Internet o programas de voluntariado son algunas de las propuestas. Veamos

Aulas universitarias para personas mayores

Es tiempo de estudiar, de colaborar con la sociedad o de desarrollar la creatividad

Alrededor de 35.000 hombres y mujeres en edades comprendidas entre 55 y 80 años acuden diariamente a las Universidades de la Experiencia o Aulas de mayores. El título que se obtiene tras finalizar los estudios no posee ningún valor académico o laboral, ya que el objetivo de estos cursos es bien distinto: persiguen promover la reflexión y la curiosidad por el saber, al tiempo que promueven relaciones intergeneracionales entre alumnos jóvenes y maduros.


El nivel académico de quienes desean matricularse en ellas carece de importancia, y así el perfil de los alumnos es muy heterogéneo: amas de casa y trabajadores de la construcción comparten pupitre con doctores o maestros de escuela. Según datos universitarios, el 8% alumnos de estas carreras no cuenta con ningún tipo de formación y el 5% ha cursado una licenciatura o un doctorado. La gran ventaja de estas aulas es que la experiencia vital de los asistentes, su sentido práctico y participativo posibilitan el intercambio de inquietudes, conocimientos no escritos o habilidades forjadas a lo largo de toda una vida.


El voluntariado, otra alternativa para el ocio

Una fórmula que gana adeptos entre las personas mayores, es la de ofrecer de manera gratuita horas del día para colaborar con la sociedad. En numerosas municipios, las instituciones y asociaciones culturales locales precisan de personas con edades avanzadas que quieran realizar labores de guía turístico y así compartir sus conocimientos con los visitantes. En Aranjuez, ocho jubilados regulan el tráfico todas las mañanas y tardes a la salida de los colegios; en Valladolid otros tantos pensionistas enseñan a los escolares el centro histórico de su ciudad. Pero el voluntariado no se limita a actuaciones puntuales, también se desarrollan programas continuos relacionados con acciones sociales, y para tomar parte en éstos los voluntarios reciben formación previa específica. Así, son muchos los mayores que de manera altruista dedican su tiempo a ayudar a personas que necesitan un acompañante, como enfermos, personas con minusvalías y centros de acogida de menores, los destinos preferentes en ese tipo de actividades. También las escuelas y guarderías encuentran en ellos experimentados contacuentos o narradores de aventuras propias. Las decenas de ONG distribuidas por la geografía realizan continuos llamamientos para que se unan a ellos no sólo jóvenes, sino también mayores con los que poder contar algún día de la semana.


Sumergirse en Internet es otra manera de ocupar el tiempo desocupado de las personas mayores. Aunque los ordenadores pueden parecer destinados a los más jóvenes, una vez perdido el miedo a la tecnología, Internet se convierte en un interesante aliado para el ocio. Los internautas que superan los 50 años representan un porcentaje escaso en la Red, pero son, por el contrario, muy participativos. Según un estudio publicado por la Red Internauta, los servicios más utilizados son el chat (charlas a través de Internet) y el e-mail (correo electrónico), por encima de la navegación por páginas web. En el caso del e-mail, sus ventajas frente al correo convencional son incuestionables, al menos, en cuanto al tiempo de entrega, cantidad y diversidad de archivos que se pueden adjuntar (imágenes, sonido, texto). En Internet se suceden concursos, como el que busca al mejor abuelo o la mejor abuela del año, foros de encuentro profesionales y de aficiones o campeonatos de ajedrez.

De hecho, las grandes firmas virtuales comienzan a percibir el filón que suponen las personas de una franja alta de edad, con un relativo poder adquisitivo y que toman decisiones rápidas, y tratan de introducirse en páginas específicas que para esta edad empiezan a abundar en la Red y cuentan ya con un público minoritario pero fiel. Una de ellas es Jubilatas, portal con contenido realizado por y para personas mayores de 65 años que no se limita a hablar de salud, alimentación o consejos. Destaca también Mayores, jubilados y tercera edad, portal que ofrece contenidos de ocio, salud, medicinas alternativas, cursos gratis online, ofertas demandas de trabajos, viajes, cocina, deportes, sexo, amigos, cines, teatros y horóscopos. El último en aparecer en escena es Hacia una nueva juventud, portal dedicado a la tercera edad con contenidos interesantes tanto para particulares como para profesionales del sector e instituciones públicas y privadas.

Otra alternativa para el ocio de las personas mayores son los cursos en centro cívicos. Ayuntamientos y asociaciones de diversa índole preparan extensos programas de formación y entretenimiento, dirigidos a hombres y mujeres que disponen de tiempo para dedicárselo a sí mismos. Estos programas están subvencionados, y sí hace unos años los presupuestos respondían al número de personas vinculadas a los entonces llamados clubes de jubilados, hoy el baremo para determinar qué ayuda reciben estos centros, rebautizados como centros cívicos, depende de la calidad y cantidad de cursos que imparten. Habitualmente los intereses se inclinan hacia programas de restauración, informática, pintura, creación literaria, maquetas o actividades más dinámicas como natación, gimnasia y bailes que se ofrecen de manera ininterrumpida durante todo el año, de manera gratuita o con precios muy asequibles.

Por último y de una manera general, la formación para las personas mayores es un instrumento imprescindible para dar nobleza a su tiempo de ocio Y ello por las siguientes razones:

* Permite permanecer activos intelectualmente, sin descuidar las facultades mentales.

*Aprender proporciona una beneficiosa sensación de satisfacción personal y confianza en uno mismo. Facilita la relación con personas de la misma edad, con inquietudes, problemas o aficiones similares.
*Ayuda a vencer la depresión y a seguir activos, ya que obliga a salir de casa, ir a la escuela, intervenir en clase...
*Posibilita un mayor acercamiento a los jóvenes, con quienes se pueden mantener conversaciones sobre informática, literatura... permitiendo un enriquecedor intercambio de conocimientos, atractivo para ambas partes.
*Mejora la forma física, ya que en muchos centros también se imparten clases de educación física especializada y bajo supervisión médica.

Enrique Pozón Lobato

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