Decía Cicerón que “La vida de los muertos está en la memoria de los
vivos”. El paso del tiempo hace
reflexionar a todos. Una de las reflexiones más solidarias que podemos tener
como persona mayor, es las que no lleve a preguntarnos qué ocurrirá después de
nuestra desaparición. Ya da igual nuestro patrimonio, nuestro futuro y la
opinión de los demás. Sólo importa cómo nos gustaría que fuese el futuro de los
que quedan en este mundo para cuando no estemos. Sabemos que no es posible
predecir el futuro pero, podemos
manifestar nuestras intenciones en un documento que obligará sin necesidad de
negociar con los interesados. Así reza un aforismo romano: ”diga el testador y será ley su voluntad”.
Como todos conocemos, el acto por
el cual una persona dispone para después de su muerte de todos sus bienes o de
parte de ellos, se llama testamento. Una de las circunstancias que hacen ver su
necesidad es la edad de la persona así como el estado mental y posesiones
financieras
Vd. persona mayor haga su testamento si desea:
1. Proteger lo que es suyo. Un testamento evita que aquello que
logramos construir durante nuestra vida, con tanto esfuerzo, caiga en las manos
equivocadas. Un testamento nos da la tranquilidad de que nuestros bienes
servirán el propósito para el cual los quisimos tener.
Es importante saber que, si no otorgamos testamento, estamos dejando la
decisión del futuro de nuestros bienes en manos de un juez. Además, si no
tenemos herederos legales y nadie reclama nuestros bienes, éstos podrían pasar
a manos del Estado.
2. Proteger a sus seres queridos. Cualquier padre de familia quiere tener a
su familia protegida. Un testamento es un mecanismo de protección para ellos.
Es triste pero suele ocurrir que mucha gente se pelea por dinero y muchas
familias se han separado por problemas de ese tipo. Son muchas las historias
sobre hermanos que se pelean por el patrimonio que dejaron sus padres al morir.
El testamento nos da el poder de decidir qué sucederá con nuestros bienes
cuando nos habremos muerto.
3. Cumplir sus deseos. Cada cabeza es un mundo y por lo tanto cada uno
tiene ideas distintas. Hay personas que prefieren que sus bienes pasen a una
fundación dedicada a atender a niños sin recursos o a garantizar el acceso a la
educación para familias pobres. Todas estas ideas son muy nobles, pero si no
dejamos un testamento, no habrá posibilidad de que esto suceda.
La adecuada planificación de la sucesión es indispensable no sólo para
proteger a nuestros seres queridos, sino para garantizar que ese patrimonio que
logramos construir con tanto esfuerzo quede en las manos adecuadas. Por ello,
es una responsabilidad esencial que nos permite garantizar el bienestar de
nuestra familia y una pieza fundamental en nuestro plan financiero personal.
Recuerde que es más complicado declarar los herederos sin testamento que
con testamento. Y para ello tendrá a su disposición un profesional del derecho
de primera línea, como es un Notario y un equipo a su cargo, que están
obligados a asesorarle.
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