domingo, 2 de junio de 2013

LA VENTANA DEL MAYOR (141)

La nostalgia en la vejez

“Por un momento los recuerdos pesaron más que las esperanzas, y me envejecí”. 


      Hoy en día usamos la palabra nostalgia  mientras recordamos momentos que hemos idealizado en nuestra memoria - los llamados "viejos tiempos". La nostalgia es como una proyección de nuestra vida. La miramos con melancolía pues sabemos que esos momentos ya no volverán, se quedaron ahí. 

Según el diccionario la nostalgia es tristeza melancólica por la ausencia de un bien perdido. Pero también hay que decir que no siempre tiene que inspirar amargura, también es dulce recordar instantes del pasado que ya quedaron atrás. Sentir nostalgia, sin quedar fijados en el pasado, nos sirve para concebir mejor la vida, estando seguros de que no hay nada tan beneficioso como gozar del presente.

Con un futuro limitado delante de nosotros es inevitable que las personas mayores miremos hacia el pasado. De hecho puede ser  refrescante hacerlo. Nuestra vida es continua y llevamos nuestro pasado con nosotros mientras avanzamos hacia delante.

Una característica de la vejez es un deseo de identificar los años de nuestra vida, y muchas personas escriben una sencilla autobiografía que recoge los acontecimientos más importantes en su vida. Incluso algunos escriben más, y luego publican el resultado. La letra de una canción muy antigua dice "mi vida no ha sido en vano", y nos gustaría tener alguna prueba de que esto es también cierto en nuestro caso.

Tal vez el sentido original de la palabra nostalgia sigue teniendo cierta relevancia.  Sin embargo hay que resaltar que en las  personas que envejecen  en un marco de realización y bienestar,  demasiada nostalgia puede levantar el mito sobre la realidad, reducir los placeres de la vida real e incluso dañar nuestro estado de salud. Tenemos un pasado - ¡nadie lo puede negar! - pero nuestra vida actual pertenece a hoy y a mañana. Así que debemos tener cuidado con el tema de la nostalgia.Publicidad:
  
Desde un punto de vista positivo la nostalgia  acarrea muchísimos beneficios. Se refuerza el uso de la memoria, con los recuerdos. Es un estímulo para hacer cosas que dábamos por olvidadas.
Recordamos quiénes somos, nos volvemos a conectar con nuestro pasado, aquel que era importante, el que nos ha formado.
Aprendemos que el tiempo pasa y se queda ahí, no vuelve, al menos no vuelve como antes.

Precisamente por todo esto podemos incrementar y comprender mejor la felicidad. La vida pasa pero no por ello debemos lamentarnos o sentirnos tristes, al contrario, debemos disfrutar del presente.
Pero también hay que admitir que la nostalgia tiene sus riesgos. Cuando aparece la nostalgia en una depresión es muy doloroso a parte de triste y difícil salir de ella. Para las personas de carácter triste es muy complicada la nostalgia, pues sólo piensan en el pasado como algo que "se fue y no volverá". Es muy típico en las personas mayores, para ellas "antes la vida estaba mejor".
Para salir de la nostalgia, estupenda si es pasajera pero peligrosa si es duradera lo mejor es pensar en positivo, es decir " lo más importante de todos aquellos momentos es la alegría con que los viví". De ahí tomamos fuerza para nuestro presente y estamos preparados para los nuevos momentos felices; entonces será cuando habremos obtenido los resultados de su ayuda.
No des vueltas al pasado, pues no lo puedes cambiar. No te agobie el futuro, pues no sabes si llegará. Disfruta del presente, no lo dejes escapar, porque cuando se vaya, jamás volverá.



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