Derecho de las personas mayores a una imagen real
En España más de 7,5 millones de personas mayores, casi un
17% de la población, están bajo el ámbito de influencia de los medios de
comunicación. Tras la jubilación, el uso y consumo de la prensa, radio y
televisión, aumenta. Sin embargo, su presencia en ellos es escasa, muy por debajo de lo que corresponde a su
importancia numérica. Cuando aparecen lo hacen con una imagen que no se ajusta
a la realidad, que no refleja su pluralidad. Es como si echaran mano de una
foto antigua que solo reconoce a una
parte del colectivo. En consecuencia las
personas mayores vienen reclamando su derecho
a una imagen que refleje su realidad. Tienen mucho que decir y hacer.
Nunca han dejado de aportar. Por ello la manera como se presentan en los medios
de comunicación es fundamental para promover su autonomía personal y su
independencia. Reflejar su heterogeneidad, su diversidad, su aportación social
y económica, su satisfacción con su vida, contribuirá a estimular una buena
imagen social en la que se reconozcan.
En general, las personas mayores
aparecen frecuentemente en los medios de comunicación con unos marcados rasgos
negativos. Protagonistas de páginas de sucesos. La noticia es el abandono, la
muerte dramática en soledad, el accidente. Personas con la salud muy
deteriorada, que no pueden valerse por sí mismas, necesitan vivir en
residencias, ser continuamente atendidas en centros hospitalarios, que
consumen muchos recursos económicos, sanitarios y sociales. Beneficiarias
de programas de Termalismo Social,
de vacaciones del IMSERSO u otros
similares.
Se hace referencia a las personas
mayores como si se tratara de un grupo social homogéneo, cuando es tan
heterogéneo como cualquier otro. Como si todos sus miembros fueran iguales. No
se valoran su experiencia, ni sus conocimientos, ni su sabiduría, ni lo que han
aportado a lo largo de su vida, ni lo que siguen sumando a sus familias y a la
sociedad, como trabajo remunerado o no. En nuestra sociedad parece que el mero
hecho de estar jubiladas, ser pensionistas o haber cumplido una determinada
edad, convierte a las personas en incapaces, en dependientes, en una carga.
Pero en estos momentos la imagen
social de las personas mayores está alimentada por nuevas actitudes consideradas
positivas como la participación, aprendizaje, hábitos sanos de salud, cuidado
de la imagen personal, ejercicio físico, etc. Una imagen social en positivo.
Personas mayores activas, saludables y participativas. Una persona mayor, se
siente útil cuando lo es. Se siente ciudadana como las demás cuando puede ejercer
como tal. Cuando tiene la oportunidad de aportar sus conocimientos, su tiempo
y su experiencia.
Conseguir que las personas mayores sean visibles en los medios de
comunicación con una imagen ajustada a su realidad actual es tarea que
corresponde llevar a cabo a las propias personas mayores y en la que tienen
que implicarse mucho más sus organizaciones representativas. Son los nuevos
mayores, personas autónomas e
independientes, con diferentes formas de vida, otros intereses, con proyectos y
realidades satisfactorias. Pero es imprescindible también la colaboración y el
compromiso de los profesionales de los medios de comunicación y la implicación
de la sociedad en su conjunto, promoviendo un diálogo constante entre los
profesionales de los medios y personas mayores.
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