jueves, 26 de julio de 2012

LA VENTANA DEL MAYOR (106)


 Lenguaje y envejecimiento normal


El envejecimiento en un proceso continuo, universal  e irreversible, que determina una pérdida progresiva de la capacidad de adaptación. 

En nuestra sociedad actual, la proporción de personas mayores en relación a la población general va en aumento, considerándose que en los próximos años se incrementará de forma significativa la población de personas de más de 65 años. El  problema de la comunicación y del lenguaje de las personas mayores que se encuentra en un momento determinado de su existencia, en el que suelen sufrir  pérdidas de salud, trabajo, seres queridos, relaciones sociales etc. plantea toda una serie de necesidades, aumentando  la presencia de la dependencia, especialmente la derivada de patologías como las demencias y la enfermedad de Alzheimer. En este sentido, cabe tener presente la importancia de resaltar el deterioro del lenguaje para que las personas afectadas puedan iniciar lo antes posible un tratamiento que favorezca su calidad de vida.

Son pocos los trabajos que analizan el lenguaje en el envejecimiento no patológico, y la mayoría no han encontrado déficits significativos en las áreas del lenguaje estudiadas. No obstante, durante la última década se ha relacionado la edad con un deterioro en algunos aspectos del conocimiento lingüístico.

.En un envejecimiento normal afortunadamente, la mayoría de las personas mayores conservan la palabra. El lenguaje es su bien mas apreciado y lo suelen emplear ampliamente. Hablan mucho y si no tienen con quien, hablan solos. Gracias al leguaje pueden guardar y compartir sus experiencias, hacer proyectos, amar y participar en distintos ámbitos sociales. El lenguaje es un medio de expresión personal y de creación muy importante para las personas mayores. Es clave para mantener  relaciones sociales y de comunicación a lo largo de la vida, e instrumento para resolver problemas cotidianos.

Entre las habilidades del lenguaje que han sido analizadas en persona de edad avanzada, únicamente ha podido afirmarse que el envejecimiento normal se caracteriza por una dificultad en la denominación de las palabras y una reducción en la afluencia verbal Sin embargo  se puede hacer una afirmación de carácter general, pero no por ello menos importante: la mayor parte de las personas mayores conservan la capacidad de utilizar su lenguaje; pero este lenguaje tiene ciertas características “asociadas a la edad” ya que el paso del tiempo ocasiona un deterioro normal en esta preciada herramienta

Existen cambios relacionados con el proceso de envejecimiento. Desde un punto de vista biológico, se puede afirmar que aunque las pérdidas sensoriales se producen en los diferentes sentidos, el déficit auditivo es el más generalizado en las personas mayores, lo que puede producir problemas en la comprensión oral, así como reducción en la capacidad de comunicación.

Nos podemos hacer esta pregunta: ¿Qué sucede en el proceso del envejecimiento normal con relación al lenguaje?. A esta interrogante podemos dar varias respuestas: se hace difícil o incluso imposible encontrar un nombre en el momento en que se necesita, para denominar objetos o acciones; encontrar la palabra exacta ante una definición; aparecen dificultades en la comprensión de frases complejas;  se pierde con mayor facilidad el hilo de una conversación; se produce un incremento de episodios de tener la palabra “en la punta de la lengua”, es decir la demora o imposibilidad absoluta de decir la palabra adecuada, pero con la sensación de certeza absoluta de conocer esa palabra. Muchas personas mayores  tienen problemas en comprender historias o noticias complejas, se quejan de dificultades para seguir las películas, y se dan cuenta de que hablan demasiado y se pierden cuando quieren contar una historia. Todo lo anterior produce  un deterioro en la comunicación y el lenguaje.


Las dificultades lingüísticas mencionadas pueden atenuarse e incluso desaparecer cuando se incrementa el nivel educativo, cuando se establece una comunicación motivadora y emocionalmente positiva, y cuando se dispone de un conocimiento previo adecuado o experto del tema.

En la intervención con personas mayores sanas, sin deterioro neurológico, los objetivos principales son: estimular el deseo de comunicación. Comunicar es tener un plan para compartir algo. Por eso la intervención tiene que conseguir estimular la voluntad de compartir y comunicar. Además de desear comunicarse hay que saber hacerlo, dominando habilidades comunicativas y de conversación con un lenguaje apropiado. La pérdida de audición puede dar lugar a problemas de discriminación y de comunicación. Conviene aprender estrategias que permitan entender palabras y frases  ayudándose de la lectura labial y de los gestos corporales. También los cambios de intensidad y tono de la voz, pueden dificultar la comunicación. Se hace necesario mejorar la voz y la articulación de las palabras. Medidas de tipo ambiental, como la reducción de ruidos y la estructuración de los espacios tanto privados como comunitarios, pueden ayudar a compensar las dificultades.

La intervención en el envejecimiento normal va destinada a mantener y desarrollar sus capacidades comunicativas y lingüísticas utilizando programas integrados que contemplen actividades cotidianas, culturales, recreativas y específicas de comunicación y lenguaje

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