EL “CATECISMO” DEL MAYOR (I de III)
El estudio de la vejez ha supuesto descubrir cotas de libertad insospechadas: 1.- Para seguir aprendiendo. 2.- Para relacionarnos con las generaciones más jóvenes. 3.- Para emprender nuevos proyectos de vida. 4.- Para desarrollar una nueva forma de envejecer.
Se promueve: 1.- Que las personas mayores vivan de una forma satisfactoria, la conquista del tiempo libre. 2.- Que vuelvan a sentirse productivas después de haber dejado el trabajo. 3.- Que descubran las nuevas tecnologías como un nuevo espacio de relaciones. 4.- Que experimenten la participación en actividades de voluntariado.
En nuestra sociedad hay dos signos de envejecimiento: 1º.- La pérdida de empleo por jubilación. 2º.- El abandono del hogar por parte de los hijos. De forma mayoritaria ello implica la necesidad de un cambio para adaptarse a la nueva situación que suele sufrirse en muchos casos como una pérdida de los papeles fundamentales de la vida
La jubilación supone: 1º.1.- Un aumento del tiempo libre que no se sabe bien como llenarse 1º.2.- Una pérdida de parte de la identidad, ruptura con las relaciones sociales establecidas en el campo laboral. 1º.3.- Una disminución de los ingresos, con el consiguiente menoscabo en la capacidad de consumo. 1º.4.- Una sensación de marginación social debido a la inutilidad que representa ahora el anciano en el mundo de la producción tan querido por una sociedad adicta al consumo.
El alejamiento de los hijos del hogar también se vive a veces como una pérdida de función social, especialmente en las mujeres dedicadas fundamentalmente a su hogar y familia
Sin embargo, este periodo de la vida nos ofrece: a.- La posibilidad de retomar y profundizar en las relaciones con los amigos y vecinos, que pudieron no ser tan cuidadas por la necesidad de emplear el tiempo en el trabajo b.- Buscar nuevos roles en los que desarrollar nuestra personalidad aumentando incluso nuestra autoestima. (continuará)
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