Cuando falte su pareja
Siempre
resulta difícil continuar nuestra vida tras la pérdida de un ser querido mas si
somos personas mayores. Aunque todas las pérdidas son dolorosas, sin duda la
más importante suele ser la de nuestra pareja en esta etapa de la vida en que
valoramos el afecto ¡Tantos años de
compartirlo todo! Vivir sin la persona que nos ha acompañado gran parte de
nuestra vida supone una gran tristeza, un esfuerzo para vivir de otra manera y
cambios a los que hacer frente.
Vivir
en solitario es algo que puede resultar
muy difícil cuando no se está acostumbrado. Poco a poco tendrá que ir
reorganizándose. Continúe con su vida y actividades cotidianas. Ejercer sus
responsabilidades le ayudará a recuperar la vida habitual. Medite sobre lo que
le gustaría hacer en esta nueva etapa, los cambios que quiere hacer en su casa
y revise como están las relaciones con su familia, sus amistades. Preste
atención a su salud. No deje de consultar aquellas molestias o cambios. Ahora
puede ser el momento de pensar en Vd. Su
vida sigue.
Tiene
que salir de casa y llevar la iniciativa. Encontrar recursos para aprovechar y
disfrutar del tiempo libre. Hay centros
de mayores, asociaciones, centros culturales... Le asombrará la cantidad de
actividades que organizan. Seguro que alguna le interesara. Infórmese. Le
vendrá muy bien participar en ellas encontrando nuevas amistades y cosas
entretenidas para hacer: bailar, viajar, aprender arte, cocina, pintura, informática,
voluntariado, gimnasia o yoga...
También podrá enseñar lo que mejor sepa hacer a otros, si
eso le apetece
Si para
Vd. vivir sin compañía es una experiencia difícil, busque y hable con personas
que ya se han adaptado a vivir solas. Le contarán que no es lo mismo vivir solo
o sola que sentir soledad. En su compañía sentirá que alguien que ha pasado por
lo que Vd. comprende su situación y le orienta acerca de cómo resolver los
problemas cotidianos. Déjese ayudar y acompañar en los momentos de tristeza.
Aprenda de quienes han rehecho su vida aprendiendo a recuperar la ilusión y a
encontrar las ventajas de vivir en solitario.
En el
camino de la vida hemos perdido cosas y a personas queridas, pero también hemos
ganado: ahora sabemos mucho más que antes, tenemos tiempo libre y menos
obligaciones. Hemos aprendido de la vida y de la experiencia. Puede utilizar
esta sabiduría para mejorar y vivir en las mejores condiciones el resto de su
vida. Cuando una persona se queda sola, corre el riesgo de perder la alegría,
la ilusión y hasta la salud. No se deje llevar por la tristeza y la pasividad.
Haga todo lo posible por mantener su independencia y autonomía. Tómese en serio el resto de su vida. Tiene
aún mucho por descubrir y muchas experiencias que disfrutar. Reconozca lo que sabe y aprovéchelo.
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